Para que exista “complicidad”, debe haber un acuerdo de voluntades previo a la ejecución de la conducta tipificada como delito en la legislación penal vigente. Y el desconocimiento de los actos imputados a un subalterno, en ejercicio de funciones públicas, no constituye ninguna excluyente de incriminación, como ha pretendido de primera impresión defenderse Felipe Calderón Hinojosa, al desvincularse del proceso penal que ha iniciado el Gobierno norteamericano, en contra de Genaro García Luna.

El ex Presidente Calderón, al conocerse la detención de su ex Secretario de Seguridad Pública, dijo desconocer los pormenores del caso, agregando que en cuanto tuviera mayor conocimiento del tema, “fijaría su posición al respecto”, y que él no tenía nada que ver en eso y que si se comprueban las imputaciones contra García Luna, éste tendría que responder por las acusaciones en su contra.

Jefrey Lichtman, abogado del “Chapo” y Jorge Milton Cifuentes, testigo en el juicio del siglo en contra de Joaquín Guzmán Loera, han sostenido sus señalamientos que llegan hasta el ex Presidente Calderón y también hasta el ex Procurador de la República, Licenciado Ignacio Morales Lechuga. Lichman retó a Calderón a que lo demande por difamación y daño moral como lo advirtió durante el señalado juicio; y por parte del Abogado Morales Lechuga, anunció que ya prepara la demanda correspondiente en contra de Milton Cifuentes, por la falsedad de sus imputaciones.

Difícil se torna el caso por las implicaciones que pueden resultar a personajes que tuvieron un desempeño público en los gobiernos de Fox, Calderón y Peña Nieto, pues si bien el principal imputado y detenido en Estados Unidos, fue el funcionario de mayor confianza de quien inició la llamada “guerra contra las drogas”, hoy la fuerza del Estado se deja sentir con la intervención de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), que ya investiga cuentas bancarias e inversiones de los “ex” que cuestionan y critican al gobierno en turno, olvidando el dicho popular que Reza “para tener la lengua larga, hay que tener la cola corta”.

Veremos en los días por venir si el matrimonio Calderón-Zavala, desiste de la conformación de su Partido MEXICO LIBRE o lo que pudiera ser otra opción decorosa, que el ex Presidente Calderón acepte ser embajador aunque sea en Bolivia, país del defenestrado y ex asilado político Evo Morales.