Si el alcalde Veracruz, Fernando Yunes Márquez, pusiera un circo, le crecerían los enanos; nada le sale bien. Ha tratado inútilmente de mantener a la gente en casa durante la pandemia de Coronavirus y ha fracasado. Fueron más que evidentes las fotos en las que se observa cómo no pudo meter en cintura a los locatarios del mercado de pescaderías, por lo que las personas se aglomeraron en ese centro de abastos sin guardar la más mínima distancia que establecen las normas sanitarias. Bien dicen en mi pueblo que en manos de pen… ni la pólvora arde. Roguemos a Dios que al rato no haya decesos derivados de algún contagio en esa zona comercial, pero en caso de que los hubiese, el único responsable sería el famoso “Quico”, y si algún familiar quisiera interponer una denuncia por homicidio e incumplimiento de un deber legal claro que procedería.
Pero ChiquiFer salió con la jalada al decir que no se cerró ese mercado por considerarlo una actividad esencial. Carajo, por no comer pescados o mariscos unos cuantos días o semanas, la gente no se va a morir. Pero en el peor de los casos, si se cometió la burrada de no cerrar esos espacios, cuando menos personal del ayuntamiento hubiera establecido la sana distancia, pero no; ahí estaban los ciudadanos apretujados, lamentablemente.
Pero no tan sólo no le hacen caso sus gobernados, sino hasta su mismo cuerpo edilicio. Y es que este día, por ejemplo, el portal La silla rota dio a conocer que con mariachis, y sin ningún tipo de medida de prevención, ni respetar la sana distancia, el regidor quinto del Ayuntamiento de Veracruz, José Antonio Salazar Ríos, organizó en estos días tremenda fiesta a pesar de que una de las recomendaciones es no realizar eventos que generen aglomeración de personas.
El festejo fue para su padre, un hombre de 72 años que por su edad se ubica dentro del grupo de población vulnerable en caso de sufrir contagio por coronavirus o covid-19.
En fotografías que el edil compartió en su cuenta de Facebook se puede observar al festejado abrazado de los mariachis que amenizaron la fiesta, así como por invitados.
No cabe duda que cuando no controlas ni a los de tu espectro político-partidista, no controlas nada. Y eso se llama INGOBERNABILIDAD.
