Reclamos, abucheos y rechiflas de un grupo de personas recibió el alcalde de Coatzacoalcos, Víctor Manuel Carranza Rosaldo, durante el inicio de la campaña para la construcción de la paz.
Los inconformes criticaron que el evento parecía una verbena en lugar de un acto oficial para buscar soluciones al problema de la inseguridad. Incluso, recordaron que fue el gobernador Cuitláhuac García Jiménez quien encabezó el operativo que llevaba el mismo nombre en diciembre pasado.
“Es una vergüenza, la sociedad está de luto, cuántas personas están levantadas, estamos sufriendo por la inseguridad y ahora nos invitan a una fiesta.
No quieren carnaval y esto es un carnaval, no puede ser, debemos estar sin música, de luto, en silencio, la gente está desesperada, estamos aquí por miedo, porque tenemos familia y necesidad de salir, ya no puedes llevar a tu hijo segura porque no sabes si vas a regresar, es una mentada de madre para el pueblo, estamos indignados”, expresó la señora Claudia Palmeiro.
La ciudadana pidió al presidente municipal que asuma el liderazgo de la ciudad, pues recordó que en 23 años que lleva viviendo en Coatzacoalcos nunca había visto una situación así.
“Ya no estás seguro en tu casa ni en la calle, es indignante, es una impotencia la que siente uno cada vez que secuestraron a un amigo tuyo”, manifestó.
Previo a su intervención y durante su mensaje, el alcalde Víctor Carranza Rosaldo fue abucheado por algunos porteños que se dieron cita en el evento.
“¡Fuera! ¡Fuera! ¡Que se vaya! ¡Queremos un líder Victor!”, fueron algunas de las expresiones con las que fue recibido el presidente municipal.
Carranza Rosaldo pidió paciencia a la población para que empiecen a ver los resultados. Lo mismo hizo la delegada federal, Edith Sánchez Amaya.
Al finalizar el evento, la gente se acercó al morenista para pedir un alto a la música y exigir acciones para combatir la inseguridad. El acuerdo fue de una nueva reunión el martes.
“Estamos dolidos, lastimados, estamos de luto, nos ponen música, no queremos paleros sino verdaderamente acción, tenemos familia, es una vergüenza”, reprochó una mujer.
“Trabajo, me llaman cada tercer día para que pague cuota, a los maestros, se llevan a mis amigas, se llevan a mi gente, amenazan a la gente que está al lado mío, matan al que está en frente, he visto no sé cuántos muertos cada que voy en la calle”, agregó otra dama.
“Estamos presos de la delincuencia, necesitamos un líder que nos represente en todos los niveles, pero no lo encontramos, hemos acudido a ti cuántas veces. Se acaban de llevar la semana pasada y tú lo debes de saber y todo el pueblo lo sabe, no es posible que yendo por tu hijo seas secuestrada”, cuestionó otra persona.
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