Actos solidarios con las familias de migrantes veracruzanos

Esta semana, gracias a la iniciativa de la Asociación de Mexicanos en Carolina del Norte (AMEXCAN), se otorgaron visas humanitarias a 18 padres de migrantes veracruzanos cuyos hijos radican en Estados Unidos.

El haberles dado este documento les permitirá reunirse después de muchos años sin verse; les acortó un tortuoso trámite que, a veces, les resulta imposible. Y es que es común acudir a las oficinas de la delegación de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) en Xalapa, y ver parejas ya mayores, provenientes de los municipios más alejados de Veracruz, intentando tramitar, primero su pasaporte, con la esperanza de volver a reunirse con sus seres queridos. Muchos de los servidores públicos no les tienen paciencia y, por ende, los tratan de manera grosera, por lo que buscan apoyo en alguna otra persona que les pueda hacer el favor de ayudarlos a llenar la documentación. Si consiguen el pasaporte, viene entonces la tramitación de la visa, donde después de un largo y exhaustivo cuestionario, en un gran porcentaje terminan rechazando su petición, ante el temor y la sospecha de que se quieran quedar del otro lado con sus parientes.

Por eso, este Programa Humanitario de Reunificación Familiar es un bálsamo para las familias que pueden acceder a este, pues muchos padres envejecen y mueren esperando reunirse con sus hijos.

Ojalá y que, si en verdad se quiere apoyar a los migrantes y a sus familias, se regresen recursos a los programas que eran específicamente para ellos y a los cuales se les pasó la tijera del recorte presupuestal federal, como el 3 por 1 para migrantes, que apoyaba las iniciativas de los migrantes organizados para realizar proyectos que contribuyeran al desarrollo de sus localidades de origen, mediante la aportación de los tres órdenes de gobierno: federal, estatal y municipal, así como de organizaciones de migrantes en el extranjero.

Que se dé un mayor presupuesto para la atención, protección, servicios y asistencia consulares, pues se redujo de 836.4 a 564 millones de pesos y el Fondo de Apoyo para Migrantes (FAM) quedó en ceros a partir de 2019, por lo que ahora no hay recursos para apoyar a los migrantes mexicanos en el retorno a sus lugares de origen.

Con estas acciones, igual de trascendentes, también se mostraría solidaridad con los migrantes veracruzanos y sus familias.

@YamiriRodriguez