ADIÓS A LOS COMPROMISOS

En verdad que hay que aplaudirle al gobernador Cuitláhuac García Jiménez.
Esa imagen que le crearon sus adversarios de débil o tibio, dista mucho de la realidad.
El mandatario estatal mostró su verdadero carácter al solicitar la renuncia a Verónica Aguilera Tapia.
Lo de los compromisos políticos de campaña es un mito, y el Gobernador ha demostrado que quien no funcione, se irá. Quien cometa ilícitos, será cesado. Quien cometa abusos, tendrá que despedirse de la 4T.
Así que deberán ser muchos y muchas los que deberán poner sus barbas a remojar.
Aquí no cabe eso de que “estoy bien parado con el Gobernador”, o de que “el padrino que me recomendó le metió mucha lana a la campaña a la gubernatura y por eso ni de broma me van a correr”. Nada de eso. Cuitláhuac ya demostró que quien le meta la mano al cajón o se pase de listo o lista, se irá al rancho de AMLO, es decir, a La chingada.
Verónica llegó al DIF de pura chiripa. Ya estaba más que anotada la actual diputada Ana Miriam Ferráez Centeno, pero hubo un detalle.
De inmejorable fuente relatan que el ex esposo de la legisladora habló con el UNO y le mostró un video que involucraba a la representante popular.
Es un video que por ética no se describe en este espacio, pero que a grandes rasgos revelaría episodios de una vida disipada y sin control. Mejor callamos esos detalles. La luz del entendimiento nos hace ser comedidos, diría el poeta.
Tan estaba “amarrada” Ana Mirian para ese puesto, que hasta un hermano suyo ya se había apersonado en las instalaciones de la dependencia ubicada allá por el rumbo de la salida a Coatepec.
Cuentan que el pariente ya andaba pidiendo por “adela” el “diezmo” a varios proveedores. E incluso, a empleados de una estación de radio que financieramente estaba perdiendo su “Magia”, les dijeron que a partir del 1 de diciembre de 2018 iban a recibir su pago en el DIF, pero que su centro laboral iba a seguir siendo la radiodifusora.
Pero todo se derrumbó, como diría la canción de Emmanuel, y las componendas de “Daniel El travieso” se esfumaron como castillos en el aire.
Fue entonces cuando entra en escena Óscar Lara Hernández, quien pide la dirección del DIF para su protegida, y el diputado federal Ricardo Exsome Zapata se sumó a la propuesta.
Óscar y Ricardo habrían dicho, ya posterior al nombramiento de Verónica, que esa posición se las debía Cuitláhuac, pues habrían argumentado que le metieron mucha lana a la campaña: renta de helicópteros, avionetas, camionetas, salones sociales, etc.
“Hasta inmuebles tuve que vender para apuntalar la campaña”, habría dicho Óscar.
Y una vez en el poder, Verónica se mareó. Llegó a decir en una ocasión que en el DIF mandaba ella, y nadie más, ni siquiera el Gobernador.
Gobernando una pequeña ínsula, se sintió Reina, ama y señora. Hacía y deshacía, como si el poder fuese eterno. Casi, como la Reina de Corazones, si alguien se oponía a sus caprichos, ordenaba: “¡que le corten la cabeza!”. Y eso casi habría ordenado, pues un ex director administrativo del DIF Estatal se quejó de amenazas de muerte de parte de su inmediata superiora.
Pero le llegó la justicia. Ahora fue separada del cargo, pero faltará que responda por el millonario desfalco, para que la justicia sea completa. Si Cuitláhuac, pese a las presiones de los padrinos políticos de la doñita, mete a la cárcel a la dama en cuestión, pasará a la historia de Veracruz como un gobernador congruente, que hace respetar la ley por encima de cualquier circunstancia, y que castigará la corrupción se trate de quien se trate.
Nuevos tiempos soplan en Veracruz.
Por fin tenemos un gobernador con mano firme.
Bien por los veracruzanos que votaron por él.
No se equivocaron al elegirlo.
Enhorabuena.