Esta semana diversos medios de comunicación dieron a conocer la venta de la que fuera la casa del Benemérito de Las Ámericas, Don Benito Juárez, en el Puerto de Veracruz.
El antiguo inmueble, ubicado en las calles de Manuel Gutiérrez Zamora y Francisco I. Madero, justo a una cuadra del Palacio Municipal, es anunciado por una inmobiliaria local, por un precio de venta de 6.5 millones de pesos, aunque también dan la opción de renta, todo o en partes, para oficinas o local comercial.
El ex Presidente oaxaqueño residió en dicha casa en 1858 y, dado el valor histórico que tiene, como muchos otros edificios históricos del primer cuadro de la ciudad, ya hay voces, entre estas la de los masones, que se oponen a su venta.
Pero ¿Y el Instituto Nacional de Antropología e Historia? ¿Se habrá enterado ya de que la casa está en venta?
Sin duda, uno de los grandes problemas del Puerto es la cantidad de casonas que están en total abandono en el primer cuadro de la ciudad y, que incluso, han cobrado la vida de personas al caerles encima pedazos de losas. Sus propietarios o bien murieron o están a la espera de que éstas se terminen de caer para venderlas como terreno; rescatarlas bajo los lineamientos del INAH, les resulta casi imposible.
Lo cierto es que hay un total desinterés de nuestras autoridades por rescatar la historia. Hoy casas de ilustres veracruzanos son bancos, rosticerias, puestas en venta como la casa de Juárez.
No nos extrañe, al paso que vamos, que el Recinto de la Reforma termine convertido con el paso de los años en un Cinepolis VIP.
Lamentable…
