AMLO por donde empezar

Luego de una semana de la elección, los resultados de la misma, se han consolidado y presentan un nuevo escenario en nuestro país, de norte a sur MORENA se convierte en el nuevo partido en el poder, la gente salió a votar y por segunda vez vuelve a cambiar el paradigma político que ha de regir los destinos de los mexicanos en los próximos seis años.
Las expectativa del triunfo de López Obrador fue contundente y era algo que los mexicanos deseaban, quizás, no por lo que el candidato representa como un hombre tenaz que se mantuvo empecinado en lograr la presidencia de la república con la anuencia del elector y, finalmente, lo logró, por una parte ser el primer mandatario y el segundo tener el apoyo de más del 50% de los electores que votaron por él.
Este triunfo sienta los precedentes históricos de ser el candidato más votado y, lo más interesante y “peligroso” dirigir a un pueblo harto con los políticos actuales esos que hicieron de México un botín auspiciado y protegido por la corrupción, la impunidad y un sequito (realeza revolucionaria) que fueron perdiendo la vergüenza y, durante años, se dedicaron a robarse el dinero, la tierra, la producción, los recursos minerales y todo lo que representan las riquezas del pueblo mexicano y lo que no pudieron robarse lo vendieron y concesionaron, en el afán de amasar las grandes fortunas que conocemos ahora.
Los mexicanos dejaron sus casas y salieron a votar en contra de del sistema político rapaz y a través del sufragio, también, protestaron por la ideología de Derecha representado por Acción Nacional que, en menor proporción, agrupa a los políticos que desde la oposición durante años se convirtieron en cómplices de la voracidad de Revolucionario Institucional y que pocas veces detuvieron la rapiña, eso, eso porque también había muchos intereses y jugosos negocios a través de la política nacional.
La primera vez que hubo alternancia en este país fue cuando ganó el efecto Fox y le siguió Felipe Calderón, éste último considerado un buen Presidente, por algunos, y al que se le acusa de haber iniciado la guerra contra el narco que, finalmente, no fue apoyado por la gran estructura política nacional para acabar con ese mal por la gran complicidad que esa rama del crimen tiene con los funcionarios públicos de todos los niveles en la actualidad, mismo, que propicio el crecimiento exponencial de la delincuencia sin un control acentuándose la permisibilidad de los niveles de gobierno que conforman este país con el crimen organizado.
El regreso del PRI al gobierno federal trajo el total declive del gobierno, el poder político fue rebasado por mucho por la delincuencia y todas las actividades emanadas de la corrupción, los gobernadores ratas y miles y miles de funcionarios corruptos que han avasallado a los mexicanos quitándoles todos los recursos y empobreciendo a la sociedad, con gasolinazos, reformas constitucionales, estructuras que inhiben el desarrollo social con programas amañados para sacar provecho personal, en cada acción de las políticas púbicas cualquiera que estas sean.
El pueblo de México se volcó a las urnas porque AMLO representa el antagonismo al actual régimen político, al grito de fuera el mal gobierno se echó como nunca a los partidos políticos diferentes a MORENA de Palacio Nacional, ni el PRI ni el PAN, principales fuerzas políticas que han ostentado el poder presidencial, pensaron en la sociedad y sus preocupaciones.
Los mexicanos le entregan a López Obrador, la esperanza para que éste como Presidente de la República devuelva la paz, tranquilidad, el poder adquisitivo, trabajo, salud, progreso, mejor paga y desaparezca la corrupción, la impunidad y enfrente con resultados a la delincuencia organizada, pero, la de cuello blanco que en complicidad con los funcionarios públicos han participado en ilícitos contra el patrimonio público.
López Obrador, luego de su reconocimiento como Presidente Electo, ha recibido la tranquilidad postelectoral, empresarios, industriales, comerciantes, en fin, todos los sectores aceptan el cambio de régimen, un gobierno con una relativa esencia izquierdista que pretende aumentar el salario, revertir las reformas estructurales, abatir las cargas impositivas, ejercer un gobierno austero y 50 propuestas más con un gabinete de lujo, todos expertos, bien preparados y comprometidos con la patria que ejercerán el gran ideal del Presidente electo.
Hay una satisfacción plena de haber votado por el Presidente, Senadores, Diputados federales y diputados locales y gobernadores en algunos estados de MORENA. La esperanza del pueblo que lo eligió, insisto, es plena y grande; el compromiso del Presidente es pleno y grande, las expectativas nacionales e internacionales son plenas y grandes, por lo tanto, las acciones del nuevo Presidente deben estar dirigidas a cumplir sus compromisos, hechos en campaña, plenamente.
La cosa no es fácil, pero, las acciones inmediatas corresponderán a las prioridades del país y sus ciudadanos, ¿con qué empezará? erradicar la pobreza, repartir el dinero a jóvenes, adultos mayores, subir los salarios, atacar la corrupción, resolver la impunidad, la complicidad, atacar la violencia e inseguridad ¿qué de todo, si todo urge?
Además de sustituir a los principales burócratas incrustados en la corrupción y complicidad de los saqueadores del país, AMLO, deberá nombrar a un par de miles de funcionarios de su confianza para iniciar su trabajo presidencial, romper el paradigma actual, ese que se ha consolidado como la maquinaria putrefacta al servicio del poder para desfondar el erario y fabricar millonarios cada seis años, AMLO, los deberá sustituir.
Quizás AMLO, no barrera para atrás, pero deberá dar una sacudida mayúscula, plantear las políticas de transparencia y rendición de cuentas para demostrar que el cambio que necesita México están en el Gobierno la Cámara de senadores, diputados Federales y locales, así como gobiernos de los estado que en este proceso electoral 2018 se alzaron con los triunfos para MORENA que, prácticamente a la vieja usanza, se llevó un legítimo carro completo, depositando en AMLO el poder político absoluto, que sea para bien.