Luego de la irrisoria sentencia que un juez dictó a Javier Duarte, la opinión pública nacional y veracruzana, en lo particular, se ha volcado al unísono en un triste lamento: es una burla para la justicia, es una burla para los mexicanos, es una burla para todos.
Pero en contraste, tanto Andrés Manuel López Obrador como Cuitláhuac García, sólo han respondido con tibieza sobre el tema. “Fue un show el juicio contra Duarte… es un chivo expiatorio… abusaron de Duarte…”.
Los mexicanos y, de manera específica, los veracruzanos, hubiéramos querido una declaración más contundente de parte de los electos, Presidente y Gobernador. Queremos escuchar de ellos que lamentan la sentencia tan pírrica contra Duarte, pero aún más: desearíamos escuchar de El Peje y “Cui”, ya como gobernantes en funciones a partir del 1 de diciembre, que seguirán investigando las raterías de Javier. Pero no; sólo hemos escuchado del tabasqueño y del xalapeño un tibio mensaje. ¿Será porque en el pasado reciente Duarte fue (¿o aún es?) su aliado electoral? Cunde el sospechosismo, y ese sospechosismo no es gratuito. Hay sobradas razones para sospechar de este extraño maridaje.
Por ello es que el reportero de Animal Político, Arturo Ángel, el mismo que descubrió las empresas fantasma de Duarte y le ha dado seguimiento al tema, posteó en su cuenta de Twitter lo siguiente:
“Hoy publicamos en Animal Político los procesos, órdenes de arresto e investigaciones que aún tiene Javier Duarte. Ojalá lo lean @lopezobrador_ y CuitlahuacGJ que ellos pueden hacer MUCHO para impulsar algunos de estos casos. NO SE HAGAN. Les toca. Van”.
Desde ahora apostamos doble contra sencillo que tanto Andrés Manuel como Cuitláhuac, a partir del 1 de diciembre, en el caso Duarte, harán como que la virgen les habla. Seguirán evadiendo el tema, seguirán contestando babosadas como la de “el expediente estuvo mal armado… fue show mediático… ” Pero nada escucharemos de que le darán seguimiento a todas y otras investigaciones para impedir que JDO salga rápido de la cárcel, Nada de eso. La actitud blandengue de este par reforzará aún más el sospechosismo. Pero allá los incautos que sigan creyendo en la Transformación de Cuarta.
