Año de esperanza

A un año de distancia, puede decirse que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha entregado buenas cuentas a los mexicanos, a pesar de quienes acostumbran ver el vaso medio lleno o medio vacío. Creo que es un periodo muy corto para evaluar las acciones llevadas a cabo. Sin embargo, hay que reconocer en el mandatario su enorme voluntad de hacer las cosas lo mejor posible. Su esfuerzo de muchos años para llegar al poder para servir al pueblo y, sobre todo, que ha instaurado una nueva forma de hacer política ajena al dispendio y los excesos que durante muchos gobiernos caracterizaron a los funcionarios públicos donde Veracruz no fue la excepción; basta recordar el latrocinio cometido por Javier Duarte de Ochoa y su pandilla de rufianes, muchos de los cuales llegaron a nuestro estado con una mano atrás y otra adelante y hoy son grandes potentados al amparo del poder, para darnos una idea de los excesos a los que me refiero.

López Obrador tiene claro que hay que atender las causas que han originado los grandes males de nuestro país: pobreza, marginación y falta de oportunidades para millones de jóvenes que no tienen empleo ni educación; falta de desarrollo en las comunidades indígenas y rurales donde nunca llegó la acción del gobierno; la rampante corrupción que consumió a gobiernos enteros en todos los órdenes; contratos amañados para obtener jugosos dividendos a costa del pueblo; y desde luego, la incontrolable inseguridad que robó la paz de nuestra sociedad.

Cierto es que hay mucho por hacer pero se está trabajando para atender los problemas que aquejan a la nación. La puesta en marcha de la Guardia Nacional es uno de muchos pasos que se deben seguir para devolver la tranquilizar al país y evitar la masacre diaria de personas. El tema de los feminicidios es otro punto que debe atenderse con prontitud, particularmente en Veracruz, donde las cifras son alarmantes; la generación de fuentes de empleo debe ser prioridad para todo gobierno y desde luego, la atención al campo resulta impostergable.

En lo personal, reconozco el impulso brindado por López Obrador a la educación de niños y jóvenes con la entrega de becas en el nivel básico, medio y superior; el apoyo humanitario para personas con discapacidad quienes igualmente tienen acceso hoy a un recurso de la federación para su manutención; y el incremento en las pensiones para adultos mayores; acciones que demuestran la enorme sensibilidad del presidente de la República, y que tienen como finalidad devolver al pueblo lo mucho que le han robado.

Por el bien del país, ojalá que los demás institutos políticos, organizaciones civiles y sector empresarial contribuyan con el gobierno federal para multiplicar el esfuerzo que se hace en beneficio de la sociedad y podamos, juntos, construir una nación más unida y más fuerte, como se requiere en estos momentos de definición, donde la crítica propositiva siempre será necesaria para no perder el rumbo ni la dirección.

POSDATA:

Destacada participación tuvo el Magistrado José Manuel de Alba, integrante del Segundo Tribunal Colegiado en materia civil de Xalapa, en el conversatorio sobre tópicos relevantes del derecho familiar, organizado por el Consejo de la Judicatura del Estado y la Escuela Judicial, donde señaló que muchas situaciones que se presentan en esta materia “se resuelven con jurisprudencia; generalmente tenemos el divorcio sin causa que en el código sigue estando pero la Suprema Corte de Justicia ya lo declaró inconstitucional y no se han hecho las reformas correspondientes; hablamos también de la pensión compensatoria que no está en el código y que ha sido creación jurisprudencial y que presenta algunas dificultades; también abordamos las pensiones alimenticias y cómo se fijan porque hay cierto debate al respecto”. Bien.

mariodanielbadillo@hotmail.com