Un día después del derrumbe de la vivienda ubicada en la calle Mario Molina del centro histórico de Veracruz, aparecieron Luis Humberto Herrera Sánchez y Hilda Laura Huergo, supuestos propietarios del inmueble, quienes señalaron que las autoridades pretenden despojarlos del lugar.
La pareja manifestó que desde hace más de 20 años viven en la casa que colapsó la mañana de ayer miércoles y que movilizó a los cuerpos de rescate. Últimamente, los presuntos dueños utilizaban un reducido espacio para la venta de antojitos veracruzanos y así obtener ingresos.
La mujer narró que el día del accidente ella y su esposo realizaban los últimos preparativos para iniciar la venta de desayunos, cuando de repente escucharon el crujir de los muros, en cuestión de segundos vieron cómo se derrumbó la fachada. Los habitantes del domicilio corrieron despavoridos.
“Estábamos preparando las cosas cuando oímos el estruendo y salimos corriendo y ya cuando vimos, toda nuestra herencia, nuestro trabajo, todo estaba echado a la borda”, relató Hilda.
Afirmó que no resultaron lesionados, aunque sí bastante sorprendidos por lo que había ocurrido.
-¿Por qué colapsó?- se le pregunta.
-Eso queremos saber, según el peritaje lo iban a traer y hasta ahorita nada. El peritaje es que nos quieren despojar, ese es el peritaje de ellos, porque no nos han dicho por qué se colapsó-
Afirmó que desde hace tiempo solicitó un permiso a la delegación en Veracruz del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para poder realizar trabajos de remodelación de la vivienda, sin embargo se lo negaron.
“Pues que no se puede, que tiene que estar igual, mismo color de casa y no se le puede hacer nada. Solicitamos varias veces y nos decían que no había permisos”, señaló.
Sin embargo, pese a la negativa de las autoridades federales, ella y su esposo juntaron un dinero y lo invirtieron en la cimentación de nuevas columnas para darle soporte a la fachada, pues había indicios de que podía colapsar en cualquier momento.
“Íbamos quitando poco a poco todo lo que se veía que estaba deteriorado, se le iba quitando, pero el INAH nunca quiso hacer caso, el ayuntamiento tampoco dio caso”.
Precisó que la dependencia es la encargada de permitir o no, que se realicen modificaciones en los edificios situados en el centro histórico, como en el caso de su propiedad.
Hilda señaló que el ayuntamiento de Veracruz tampoco mandó a acordonar la zona, a pesar de que era evidente que ya presentaba daños a consecuencia del paso de los años.
Fue así como ocurrió lo que ya se veía venir. La mañana de ayer se desplomó el domicilio.
A decir de la ciudadana, tras el siniestro los representantes del INAH les ordenaron que desalojaran la casa, pues dudan que sean los propietarios.
“Nos quieren retirar de nuestra propiedad porque dicen que no tenemos papeles, pero nosotros pagamos agua, luz, teléfono y ¿entonces de dónde salen esos papeles?”.
-¿Y los papeles dónde están?, los que avalan que ustedes son propietarios-
-Los tiene el abogado- se limitó a contestar sin dar mayores detalles.
UNA CASA HEREDADA
Luis Humberto Herrera Sánchez, esposo de Hilda, afirmó que desde hace más de dos décadas vive dentro de la vivienda del centro histórico de Veracruz que colapsó ayer y de la que solo queda un espacio que apenas se sostiene.
Al momento de la entrevista comentó que no contaba con los documentos que lo acreditan como dueño, sin embargo recordó que su padre, de nombre Pedro Herrera Barradas, le heredó el inmueble construido hace aproximadamente cien años.
Detalló que el edificio fue heredado de generación en generación. Actualmente los propietarios son él y su esposa.
“¿A quién hay que pedirle ahora?, contamos con nuestros papeles, somos los legítimos propietarios, a mi generación se lo tengo que heredar”.
Pidió al INAH que se le facilite un permiso para poder reparar los daños que quedaron tras la caída de la infraestructura.
“Me lo heredó mi papá”, reiteró.
