Ausencia de nuevos liderazgos, obliga a recurrir a figuras históricas

Es innegable que el lugar de los políticos, lo ocupan los empresarios, por cuya acumulación de la riqueza los identifica la opinión pública nacional como “los dueños de México”. El más destacado y el hombre considerado en el 5º lugar de los más ricos del planeta, es el señor Carlos Slim Helú, de origen libanés, nacido en México, quien en fecha reciente fue nombrado miembro del consejo de la constructora española FCC; es accionista mayoritario y por consiguiente dueño del periódico The New York Times, quien dirige, preside y administra junto con miembros de su familia, un gran número de negocios que lo hacen cada día más rico.

Le sigue el señor Germán Larrea Mota Velasco, cuya fortuna asciende a más de 17 mil millones de dólares, producto de la explotación minera más grande del país, perteneciente al Grupo México, cuyas operaciones resientes se ubican también en Peru y Estados Unidos.

Ricardo Salinas Pliego, posee una fortuna superior a los 2 mil 100 millones de dólares, y su cercanía con el Presidente López Obrador, es innegable, ya que uno de sus colaboradores fue nombrado secretario de educación del gobierno de MORENA y por decisión de AMLO, el Banco Azteca de Grupo Salinas, se encargará de la distribución de los apoyos económicos constituidos por becas y pensiones que otorga el nuevo gobierno a grupos sociales desvalidos.

Otros destacados hombres de negocios son Alberto Bailleres, Eva Gonda, Asunción Aramburuzabala, Carlos Hank Rhon, Roberto Hernández, Emilio Azcárraga Jean, y otros tantos que han logrado amasar una inmensa fortuna.

En el aniversario número 25 del crimen de Colosio, los miembros del tricolor han recurrido al carisma del sacrificado candidato y a su oratoria en la que destacó la existencia de un México con “hambre y sed de justicia” que no ha cambiado. De nada sirvió la transición y la llegada del presidente panista Vicente Fox, ni de su correligionario Felipe Calderón, o la vuelta a los Pinos de Peña Nieto, cuyos errores y abusos de poder mantienen a un país empobrecido y miserable.

Iniciado el 4º mes del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, todavía no se puede emitir una valoración de los logros para la redistribución de la riqueza pública y el rescate de los pobres de Mexico. En cuanto a la partidocracia en el ambiente político, no se ven cambios de actores políticos, pues siguen las mismas caras de hombres y mujeres que solo luchan por conquistar el poder.