Las artes marciales mixtas son consideradas uno de los deportes más violentos del mundo y un gran show para los aficionados, sin embargo, fuera de la jaula, los deportistas son víctimas de dolor y presión para poder seguir con sus sueños.
Para poder dar con el pesaje y participar así de un combate en determinada categoría, varios peleadores se someten a un estricto y peligroso régimen que cada vez suma más adeptos.
La dieta consiste en abandonar el consumo de carbohidratos para que el cuerpo pierda glucógeno acumulado. Luego se ingiere cerca de 9 a 12 litros de agua diarios durante varios días. Más tarde, comienza el calvario.
A partir de las 24 horas antes del pesaje, el luchador detiene completamente su ingesta, por lo tanto en ese tiempo sólo se dedica a perder peso. Para estimular la transpiración -por ende la perdida de peso- los peleadores se someten a largos baños de sauna y otro tipo de métodos para aumentar la temperatura corporal.
Dean Garnett, luchador de UFC, confesó a la BBC que cuando no tiene acceso al sauna se envuelve en sábanas para sudar más. Otro de las maneras para acelerar el proceso de deshidratación. el británico chupa cubos de hielo para crear saliva y luego la escupe.
De esta manera, quienes practican este régimen llegan a perder hasta 7 kilos en un día y ponen en riesgo su salud para poder pelear.
Este tipo de regímenes ha provocado, por ejemplo, que en 2013 el brasileño Leandro Souza falleciera de un infarto cuando se encontraba en un sauna, cuando se sometía a una dieta similar para bajar 15 kilos en una semana.
Además, en el largo plazo, este tipo de dietas autocastigo puede provocar daños irreversibles en órganos como el hígado y los riñones.
