Las importaciones de carne de cerdo han mantenido un flujo constante hacia México, a pesar del arancel que se impuso al producto procedente de Estados Unidos. Incluso, los precios del cárnico podrían bajar más de 15 por ciento en los siguientes meses, pues los productores estadunidenses buscan cubrirse de afectaciones por la guerra comercial.
Juan Carlos Anaya, director del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas, explicó que el arancel de México al cerdo estadunidense fue de diez por ciento en junio, por lo que aún no se observan afectaciones en el mercado de importación.
“Lo que hemos visto desde esa fecha es que las importaciones agropecuarias siguen fluyendo con todo y los aranceles, porque mucho depende de las negociaciones entre empresas. Para algunas norteamericanas el mercado mexicano es importante y no pueden frenar su comercio”, precisó.
Por su parte, señaló que los precios a futuro del cerdo reportan una baja en el último mes, debido a que los porcicultores estadunidenses buscan cubrir riesgos por la guerra comercial con China y México.
“Los proveedores norteamericanos enfrentan el problema de que sus principales mercados en el mundo tienen un arancel y si no bajan el precio perderán competitividad, y registrarían pérdidas por los excesos de inventarios”, sostuvo el consultor.
Para los productores estadunidenses de cerdo, el mercado de China representa 17 por ciento del total del valor de las ventas al exterior, mientras que México representa 40 por ciento del total de sus exportaciones.
El gigante asiático aplicó un arancel de 25 por ciento a la carne de cerdo estadunidense en represalia por los gravámenes que Donald Trump dispuso para los metales chinos.
México anunció un arancel de 20 por ciento para julio, como respuesta al arancel que el gobierno de Trump impuso para las importaciones de acero y aluminio mexicanos.
