Busca ser el primer diputado con discapacidad en Veracruz; Adrián Pineda es aspirante a la candidatura independiente

Francisco de Luna

“Yo no tengo apellidos, dinero, ni padrinos. Tengo honorabilidad y deseos de que las personas con discapacidad sean tomadas en cuenta”.

Habla Adrián Martín Pineda Selvas, quien aspira a ser candidato independiente a la diputación local por el distrito de Xalapa Urbano.

Su vida es distinta a todos los que desean obtener un puesto de elección popular; no piensa en acarreados, colores partidistas, concentraciones masivas y mucho menos en acaparar los reflectores, las primeras planas en los medios de información.

En cambio, confía en que a pesar de no tener esas prácticas durante la carrera electoral, él podría convertirse en el primer legislador con discapacidad en el estado de Veracruz.

Durante la entrevista, Adrián viste una camisa color gris con rayas blancas, es moreno, pelo crespo. Parece cordial e inteligente, leído, su mueble está repleto con libros sobre derecho y otros temas porque tiene arraigado el hábito a la lectura.

Nació con parálisis cerebral infantil; cuenta que en él no es severa. Caminó a los cuatro años y a los cinco logró entrar a la escuela primaria “hice todo el esfuerzo, porque no quería depender de mis padres o familiares”.

Siempre luchó para no convertirse en una carga en su hogar. Tenía que dar sus primeros pasos, ser independiente y jamás esconderse por ser discapacitado –cuenta- mientras arrastra el mouse de su laptop para revisar una de sus cuentas en redes sociales.

La discapacidad jamás ha sido un obstáculo

Tiene 45 años de edad; nació el 5 de noviembre de 1969 y es originario de Tuxtla Gutiérrez Chiapas. Desde hace 25 años vive en el estado de Veracruz, donde se ha desarrollado profesionalmente.

En Chiapas sólo estudio hasta el bachillerato, pero tuvo la inquietud de continuar sus estudios de Derecho en la Universidad Veracruzana (UV); presentó el examen y fue admitido.

De esta manera llegó a vivir y estudiar a la ciudad de Xalapa en 1990, pero antes hizo escala en el municipio de Coatzacoalcos para cursar el propedéutico, en el sur del estado de Veracruz.

Adrián detalla que ha ido superando la discapacidad, pero aún tiene secuelas y refiere que es el tartamudeo, aunque eso jamás ha sido un obstáculo de superación profesional y vida social.

“Cuando llegué a Xalapa tartamudeaba muchísimo más y mis maestros de la facultad de leyes y mis compañeros podrán avalar mi mejoría verbal para explicar y hablar… Se podría decir que tengo secuelas”.

“Mis papás me enseñaron a no esconderme”

En la década de los setentas, los tratamientos para la rehabilitación no estaban a su alcance, por lo que este proceso fue tardío y hasta los 13 años pudo ingresar a terapias a las cuales tampoco pudo concluir por falta de dinero y tiempo para la escuela.

Recordó que en la secundaria su horario era de 7 de la mañana a 2 de la tarde, pero a la 1 tenía que estar en el centro de rehabilitación de motricidad, los tiempos se dificultaban, tenía que optar por una, aunque ambas le era importantes.

Jamás sufrió discriminación, “entré a la escuela que yo quería”, explica en esa entrevista de casi una hora en su vivienda ubicada en la colonia José Cardel de esta ciudad capital del estado de Veracruz.

“Mis papás me enseñaron a no esconderme, que no tuviera miedo a tomar decisiones y llevarlas a cabo”, así a detalle y a pausas comenta sus ideales que le han permitido obtener éxitos en un ambiente lleno de competencias.

La lucha constante siempre le ha caracterizado, pero hace 15 años su vida se enlutó con el fallecimiento de su padre. Le vive su mamá y dos hermanos quienes le respaldan en sus proyectos.

Adrián Martín se casó hace siete años y hoy es padre de una niña de 6 años y un niño que tiene 2 años tres meses y relata que él nació con síndrome de Down, “él es otro motivo de buscar igualdad e inclusión hacia las personas con discapacidad.

La entrevista lleva más de media hora, en su sala ordenada, donde además de sus libros, hay muebles que dan mucha comodidad, una televisión, una pequeña mesa donde reposa su computadora.

En la pared que da hacia la cocina, hay un collage de fotografías de sus diversas vivencias, con su familia. Su hija, el bebé y varias más de su boda.

Registro en el OPLE

Tiene deseos de ser diputado local por el distrito 10 de Xalapa, pero buscará estas posibilidades a través de una candidatura independiente y este lunes 18 de enero se registró ante el Organismo Público Local Electoral (OPLE) de Veracruz.

Con estas acciones, dijo que se hará un llamado a los funcionarios para que también haya inclusión política y social “pues no se ha conseguido” y por lo tanto sigue existiendo personas relegadas de estos derechos ciudadanos.

Y a partir del 23 de enero y hasta el 21 de febrero, tendrá que reunir los requisitos electorales, como conseguir el 3 por ciento de las firmas del electorado en Veracruz, para poder participar en la contienda electoral.

Ley 822, excelente pero no se aplica

Tiene varias propuestas, pero la que impulsaría es la Ley 822 para poner en la agenda política el tema de la discapacidad, porque considera que es fundamental señalar que la entidad cuenta con el reglamento de la integración de las personas con discapacidad, siendo esta la más avanzada, pero de nada sirve sino se aplica de manera adecuada.

“Es de las más avanzadas porque tiene convenio Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad, firmada en el seno de las Organizaciones de las Naciones Unidas. De qué sirve que sea de gran avance si no hay reglamento de la misma”.

En la tribuna buscará una vida más incluyente para los veracruzanos y favorable para los sectores con alguna discapacidad, aunque también intervendrá en los asuntos públicos en beneficio público.

Sabe que viene un camino arduo, pero sobre todo inequitativo ante la gran maquinaria que utilizan los partidos políticos, pero él dice contar con un espíritu combativo “porque tengo la confianza del electorado”, para enfrentar a ese mundo de la política mexicana.