Tanto la administración federal anterior, como la estatal que concluyó el 30 de noviembre, no realizaron trabajos de mantenimiento a las carreteras en el estado de Veracruz durante el segundo semestre de 2017, seguramente porque no lograron refrendar sus triunfos en las urnas, de los partidos correspondientes a ambos niveles de gobierno.
O sea, ya no le invirtieron a estas obras de reparación y le heredaron el problema tanto a Andrés Manuel López Obrador como a Cuitláhuac García Jiménez.
El resultado de esa abulia son enormes baches y hoyancos que presentan las carreteras del norte, sur y centro de la entidad. Pero las peores son las del norte.
En un recorrido que realizó Versiones.com.mx, se pudo constatar del pésimo estado en que se encuentran esos caminos federales y estatales. Las que presentan más estragos son los tramos Tihuatlán-Álamo, Álamo-Tantoyuca, Álamo-Pánuco, San Rafael-Martínez de la Torre, Cardel-Nautla, Paso del Toro-Alvarado, Lerdo-Cabada-Santiago Tuxtla-San Andrés Tuxtla.
Y hacia el sur del estado, la autopista La tinaja-Cosamaloapan-Coatzacoalcos se encuentra en perfecto estado, pero la que está para llorar es la carretera federal (por la libre) Acayucan-Jáltipan-Cosoleacaque-Minatitlán-Coatzacoalcos.
Ya en algunos tramos muy pequeños se están realizando trabajos de revestimiento de la carpeta asfáltica, pero se ven muy lentas estas obras. Lo ideal es que aceleren estos trabajos para aprovechar el estiaje.
Mientras tanto, es muy común ver a automovilistas a la orilla de las carreteras cambiando llantas reventadas o a pobladores rellenando baches con tierra y pidiendo “coperacha”. En el norte del estado, a la altura de Álamo, los “voluntarios” están tapando los hoyos hasta con cemento.
Se espera que en estos gobiernos de la 4ª transformación, las carreteras del estado de Veracruz luzcan mejor, no sólo por el bien de los automovilistas que las transitan de manera cotidiana, sino también para atraer más turismo.
