Con la pandemia y la criminalidad que no cesa, sentimos que “es un soplo la vida”

Con emoción sentimental y la alegría del corazón que nos recuerda tantas cosas bellas vividas y tantas otras muertas; vale la pena escuchar “volver”, una vez más en la voz de Carlos Gardel, el tango que nos invita a la reflexión de que “es un soplo la vida” y con un razonamiento frío, sacar fuerzas de flaqueza para luchar en contra de la pandemia del siglo y los derramamientos de sangre de compatriotas inmersos en la narcoviolencia y el abuso autoritario del poder.
En la segunda década del siglo XIX nació el poeta asturiano Ramon de Campoamor, cuya prolífica obra literaria continúa vigente para recordar su filosofía y frases célebres, que como sentencias dictadas por experiencias vividas, perviven en el pensamiento y para la reflexión en los tiempos que hoy nos ha tocado vivir, inmersos en una cuarentena que por prescripción de la Organización Mundial de la Salud, servirá para librar la batalla en contra del Coronavirus.
La cita atribuida a Campoamor, que nos aclara el entendimiento de situaciones controvertidas, para no incurrir en una “necedad” que nos lleve a la sinrazón; consiste en que: “en este mundo traidor, nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira”. Y podríamos abundar en el tema poético con la cita del mexicano Amado Nervo y el significado de su poema “En Paz”.
Los dramas que a toda hora nos presentan los medios de comunicación, sucedidos en todo el mundo, se opacan ante los índices de criminalidad que van en aumento diariamente en nuestro país. Ahora recuerdo que alguna vez escuché recitar de mi querido tío Antonio Escobar Ladrón de Guevara Q.E.P.D., algo que decía más o menos así: “vida y muerte coinciden en una dualidad fingida, donde existe la vida, ha de llegar la muerte; donde llega la muerte, es que existió la vida”.
Confiamos en que los gobernantes de todo el mundo, encuentren pronto el antídoto contra el coronavirus y la fórmula para terminar con la violencia criminal.