Iban sobre “La Becky”; fue ajuste de cuentas por vender droga de un grupo contrario

En rueda de prensa, el fiscal general del estado, Jorge Winckler Ortiz, confirmó que la masacre en Minatitlán del pasado viernes se trató posiblemente de un lucha entre células delincuenciales, por lo que las investigaciones de esta línea continúan.

“Había presumiblemente venta de estupefacientes en los locales que eran propiedad de una de las víctimas, eran de un grupo delincuencial y luego se cambió a vender de otro grupo delincuencial, eso es parte de lo que se tiene por declaración de testigos e información recabada en la carpeta”, dijo.

Informó, además, que ninguna de las 13 víctimas cuentan con antecedentes penales y confirmó que según los testigos los sicarios iban por Julio César González Reyna, alias “La Becky”,
propietario de dos bares titulados “La esquina del Chacal” y “La Crudería”.

“Los testigos manifestaron que era una persona delgada y que los demás acompañantes comenzaron a disparar y a los que aún estaban vivos les dispararon en la cabeza y les dijeron: `con esto no se juega`”, dijo.