Continúa paso ilegal de ganado en la frontera sur de México

El paso de animales de granja de manera ilegal a nuestro país ha sido un tema recurrente que los ganaderos mexicanos han tratado de erradicar, pues los animales no cumplen con la reglas de sanidad ni certificación.

En el municipio Benemérito de las Américas, en Chiapas, cerca de la frontera con Guatemala, se ha detectado el paso de animales de manera ilegal por en barcazas que cruzan el Río Usumacinta, lo cuales no cuentan con la certificación del Sistema Nacional de Identificación Individual de Ganado (SINIIGA), el cual es operado por la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG).

Los traficantes pasan a los animales a nuestro país con el fin de ser aretados y registrados como mexicanos, para así poder comercializados e incluso sacrificados en rastros de nuestro país.

Lo anterior provocaría la baja de precios en México y grandes pérdidas en la industria ganadera.

Ni en la nueva administración federal han podido frenar el contrabando de ganado en la frontera sur proveniente de Centroamérica.

De hecho, la introducción de las reses vivas que entran mediante balsas que atraviesan el Río Usumacinta va en aumento y es para consumo humano.

Las cabezas en pie se comercializan mucho más baratas para una cadena que se encargará de la distribución final, pero representan un alarmante riesgo sanitario porque no cumplen con las medidas de supervisión.

Esa situación pone en desventaja a ganaderos nacionales que están obligados a cumplir con todas las reglas del juego durante la crianza, sacrificio y distribución de la carne.

Hay una mafia bien apadrinada desde las altas esferas del poder que se está hinchando de dinero con el tráfico y venta de certificados de garantía para hacer creer que cumplieron con las normas nacionales de salubridad.

En un video obtenido por el Heraldo de México, vemos el aparcamiento de una larga balsa en la orilla del Usumacinta, del lado del municipio del Benemérito de las Américas, en Chiapas. Una a una las reses comienzan a descender. En este desembarco son más de 60 animales y en fila india son guiadas hacía su nueva morada.

En poco tiempo, esas reses terminarán nacionalizadas y con un arete (una placa matriculada) en la oreja expedida por la Comisión Nacional de Organizaciones Ganaderas de la Secretaría de Desarrollo Rural para incorporarse al mercado regular.

Los principales riesgos sanitarios que representan esas cabezas son brotes de tuberculosis y brucelosis.

El certificado comprado en el mercado negro, sin embargo, aparenta que se cumplieron con los análisis realizados mediante muestras de sangre cada año, requisito al que está sujeto el resto de los ganaderos.

En el sector se dice, de acuerdo a las versiones obtenidas por esta columna, que la principal beneficiada es la compañía Sukarne, la mayor procesadora de carne del país.

Se sabe que el kilo del producto centroamericano es de unos 10 pesos más económica, pero al consumidor se le vende finalmente como producto normal.

Aunque no existen datos oficiales del contrabando de ganado, se estima que anualmente entra un millón de cabezas al año y el daño económico para el resto de los ganaderos nacionales es de unos 10 mil millones de pesos.

El contrabando de carne desde Centroamérica ha encendido los focos rojos en la embajada de Estados Unidos en México a cargo de Christhoper Landau, porque el producto pirata también estaría siendo exportado a la Unión Americana.

Cuidado con esa situación porque los gringos podrían cerrarnos las fronteras y ahí si se caería al suelo el precio de la carne.