Cría cuervos, y te tomarán las oficinas

Muy enojado está el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares de que un grupo de 47 alcaldes le tomaran el quinto piso de las instalaciones de la Secretaría de Finanzas y Planeación en demanda de que se les transfieran los recursos que se les adeudan.

Verdaderamente molesto, el mandatario estatal, a través de un boletín, señaló que “no admitiremos presiones y chantajes”, ya que los recursos reclamados por los ediles “fueron desviados por el gobierno de Javier Duarte de Ochoa” y la nueva administración, “en un acto de buena fe”, acordó que se les reintegraran en parcialidades.

Y fue más allá. Dijo que “mantendremos el compromiso con los presidentes municipales que cumplan responsablemente con lo acordado; en los demás casos no depositaremos lo que indebidamente desvió el gobierno de Javier Duarte, quedando los ayuntamientos en la posibilidad de acudir a la vía legal para lograr su resarcimiento”. Como si las obligaciones fueran personales y no institucionales.

Miyuli no debería sorprenderse. Él les enseñó el caminito a los ediles cuando los que son sus aliados, encabezados por su hijo el alcalde boqueño Miguel Ángel Yunes Márquez, tomaron el palacio de gobierno demandando exactamente lo mismo que quienes protestaron este martes en la Sefiplan.

El precedente quedó sentado. ¿Qué esperaba?