Cheque usted, amable lector, lo que comenta en su muy leída columna Elsbeth Lenz. La colega hace un recuento de la relación prensa-gobierno de los últimos sexenios, pero es harto interesante lo que opina del actual régimen estatal:
“Con Cuitláhuac García, volvemos a la distancia abismal e incluso a la agresión entre los dos frentes, porque compañeros míos, si bien nos maltrató Ramos Alor y su chile para embonar; no me vayan a decir que ustedes se sienten muy orgullosos, de una de las últimas entregas de la Rosa de Guadalupe, del Premio Nacional de Periodismo; las cosas no se ven bonitas en la relación Prensa-Gobierno al menos en un futuro próximo.
Por otra parte muchos de los columnistas, han tenido que convertirse en influencers locales, se han actualizado, han abierto sus cuentas en redes sociales, que alimentan aunque tímidamente varias veces al día, apuestan a los portales y aquellos análisis en donde citaban a A. Puente Rosado, han quedado en el olvido, hoy en día nadie sabe quien era ese señor; algunos secretarios de despacho, son muy abusados y le apuestan a la buena relación con los medios, mantienen el canal abierto, con los reporteros y columnistas más influyentes, y esto se ve reflejado en la imagen que muchos de los ciudadanos, tienen de ellos, han ido construyéndose una reputación e imagen, en estos pocos meses.
En este gobierno como en todos los anteriores, hay jefes de prensa mejores que otros, hay algunos que lo traen en la sangre y mantienen una muy buena relación con todos los medios de comunicación, son abiertos, cordiales, educados y aunque vengan de oficios muy diferentes al que desempeñan hoy en día, le echan ganas y son abusados; hay otros que piensan que la relación Prensa-Gobierno es mandar por WhatsApp un montón de fotos y boletines sin retroalimentación, esos le están haciendo mucho daño a sus jefes; porque si nadie los conoce a ellos, menos al jefe, que generalmente los reporteros, agarran en bajada y lo hacen declarar cada cosa… como ha pasado con muchos de los secretarios de despacho e incluso con el propio mandatario.
En fin veremos como termina esto, de momento mucho bien le haría al Gobernador García Jiménez, tender puentes entre su Gobierno y la Ciudadanía, si bien 1 millón 667 mil 239 electores lo apoyan, esos no son todos los veracruzanos, él también es gobernador de los que no votaron por él y debería hacerles saber lo que está haciendo, encerrarse en su burbuja, no lo llevará ni a la gobernabilidad, ni a la credibilidad que tanto necesita un gobernante”.
