El monumento de Abraham Lincoln en Washington D.C., construido con mármol blanco, consta de 38 columnas (que eran los estados de la unión americana al momento de su Presidencia) y se encuentra sentado, una mano abierta y la otra con el puño cerrado, simbolizando la “mano dura” que debe caracterizar al jefe de estado, pero también, la palma extendida para conciliar, y ha servido como inspiración a un sinnúmero de retratos de mandatarios de primer mundo.
Sólo Felipe Calderón cambió la forma por las dos manos abiertas sobre el escritorio.
De pie o sentados, en las fotos oficiales los gobernantes, jefes de estado o dignatarios, exhiben sus manos ya sea una abierta y la otra cerrada, como Lincoln, o ambas abiertas como el beodo Felipe.
Y ahora vemos la foto oficial de Cuitláhuac García Jiménez con las manos hacia adelante y las palmas hacia abajo (las palmas hacia arriba ¡jamás! porque parecería que está cachando granizo y eso pondría en evidencia otras cosas).
Creemos que Cuitláhuac tal vez le copió la pose a Mauricio Macri, Presidente de Argentina, o más bien le pirateó esa postura… ¡a la mismísima señora Michelle Obama!