De los diferentes excesos en que incurría Karime Macías Tubilla sobresale la protección a sus familiares cercanos, quienes se vieron beneficiados en varios casos con millonarios contratos de acuerdo con las indagatorias que se han venido realizando por parte de las autoridades.
Quizá de las mayores cercanías familiares y de presuntos negocios resalta el caso de Brenda Tubilla Muñoz, prima hermana de Karime y quien durante 5 años consecutivos del oscuro gobierno de Javier Duarte administro el festival Cumbre Tajín con contrataciones tan poco claras como de gran derroche.
Disparado suena que la última edición de la Cumbre Tajín se logró gracias a verdaderos milagros totonacos y la bonhomía del ex gobernador Miguel Alemán Velasco fundador de dicho evento cultural y quien con tal de que no desapareciera dono 4 millones de pesos este 2017.
Pero los primeros 5 años de la desastrosa administración de Javier Duarte, Brenda Tubilla la prima consentida de Karime gozó de verdadera impunidad al contratar artistas de talla internacional a los que se les pagaba en dólares y en cantidades escandalosas.
La prima Brenda subcontrataba empresas en la Ciudad de México para cobrar las facturas que presuntamente solo beneficiaba a la familia de la que era primera dama del estado.
Varios empresarios que antes trabajaron para la Cumbre Tajín se quejaban de la falta de transparencia en la contratación de espectáculos para dicho evento, que después se convertiría en una plaza roquera dejando a un lado la fiesta cultural que debía ser de acuerdo con sus verdaderos orígenes.
Lo que la actual administración estatal debiera hacer, es darle seguimiento a las investigaciones en torno al gran despilfarro que realizó Brenda Tubilla y su equipo durante 5 años, que a parte de desvirtuar un evento cultural lo convirtieron en negocio personal.
Triste el caso de ese grupo que encabezaba Karime Macías y que solo se recuerda por los excesos, atropellos y tropelías.
La Cumbre Tajín debe ser reencauzada a sus orígenes culturales si, pero no está demás que se vaya a fondo en lo sucedido los primeros 5 años de gobierno del ahora prófugo Javier Duarte, donde Karime y Brenda sí que hicieron de las suyas.
Ágora
El periodismo veracruzano de nueva cuenta es una mala noticia; el artero asesinato del columnista Ricardo Monlui baña de sangre al gremio que ha venido siendo el más golpeado a nivel nacional.
Aquí nos basta la exigencia de justicia, sino el replanteamiento de la seguridad de los periodistas, el grave riesgo que continua y que no cesa.
Sigue siendo un pesado elefante burocrático la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas (CEAPP) la cual desde su origen tiene poco claros los objetivos.
Ágora II
Que algunos cercanos a Javier Duarte y que se vieron muy beneficiados en el sexenio de la corrupción ya andan buscando chamarras naranjas de su talla, que les puedan dar suficiente calor, por aquello que en Pacho Viejo en las noches baja la temperatura.
@monicamarena
