De cómo Arturo Bermúdez creó un reino de terror

Hugo Murrieta podía dibujar cualquier cosa. Cuando se acercaban sus cumpleaños, los niños de la ciudad de Coatepec tocaban a la puerta de la casita en la que vivía con su mamá en la costa del golfo del violento estado de Veracruz. Le decían a Murrieta cuáles eran sus caricaturas favoritas, en su mayoría de las películas de Disney, y él se las dibujaba con mensajes que ponían de adorno en sus fiestas de cumpleaños.
“Nunca les cobraba, sólo les pedía el material”, cuenta su madre, María del Carmen. “Lo hacía porque le gustaba dibujar”.
La señora es famosa en Coatepec por los deliciosos chiles que prepara y vende diariamente desde hace décadas. Todos los días, Murrieta, de 22 años, le ayudaba a su madre a hacer las entregas en todo Coatepec y en la cercana ciudad de Xalapa, la capital del estado, en el taxi que él manejaba de vez en cuando.
Para mala suerte de Murrieta, el taxi estaba en la lista de objetivos de la policía y era blanco de la Fuerza de Reacción que estableció el exsecretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez, un funcionario que se llamó a sí mismo con el nombre código de Jaguar. En la tarde del 16 de abril de 2013, detuvieron a Murrieta, lo golpearon y nunca se le volvió a ver.
Casi cinco años después, el 8 de febrero de 2018, un juez federal acusó a 31 miembros de la policía del estado, incluyendo a Bermúdez, de la desaparición forzada de 15 personas entre abril y octubre de 2013. Los detalles del caso de Murrieta se dieron a conocer durante una audiencia de más de 13 horas, y aunque no estaba en la lista de los 15 desaparecidos, a estos oficiales se les acusó por su desaparición.
(FUENTE: EJE CENTRAL, 28/MAYO/2018).