DEJA VU

Ahora que ha pasado el primer debate, ha dejado, sobre todo en lado priísta, una sensación de Deja Vu. Esto ya lo vivimos.
No hay manera de evitar sentir lo mismo que en la elección presidencial cuando contendieron por el PRI, Francisco Labastida y Roberto Madrazo. No se movía el partido, no había entusiasmo, la clase política se guardó. Ahora es la misma sensación.
Meade es sin duda, un hombre que podría ser un gran Presidente. No es el mejor candidato, pero la falta de conexión emocional bien podría su partido y sus estrategas, suplirla en redes con una campaña inteligente, que no la hay.
Muchas de las cosas relevantes que dijo Meade en el debate no fueron retomadas por su campaña y dejaron ir una oportunidad importante de posicionarlo en segmentos de población que no votan racionalmente.
Pero basta con pasar por el PRI estatal o el municipal de cualquier ciudad del estado. Todo parece, menos que andan en campaña.
Parece que a Meade lo están dejando solo.
Los políticos-políticos del PRI parecen estar de brazos caídos, incluidos los que mandaron al estado para operar. Algunos otros están en el azul a huevo y algunos más en morena por conveniencia.
En el debate de mayo, con micrófono abierto, podría haber cambios en las preferencias, pero Meade necesita el respaldo de su partido, que hasta ahora lo ha hecho con el mínimo entusiasmo.
Solo recordar que en las dos últimas elecciones presidenciales, en el mes final de campaña, hubo variaciones en preferencias de votantes de hasta un cuatro por ciento. Pero eso no sería suficiente ni para Anaya ni para Meade.
Se espera un milagro o un cambio de estrategia de campaña de 180 grados, pero para eso se necesita atreverse.
Los tendrán?