Del Mazo nunca debe olvidar, que su Gobierno durará poco tiempo, reducido además por las horas, noches y días que pierde en festejar su efímero triunfo

El pasado 15 de septiembre, faltando unos minutos para cambiar la fecha al calendario al término de las doce campanadas del reloj de la catedral de Toluca, capital del Estado de México, el licenciado Eruviel Ávila Villegas hizo la exaltación a quienes ofrendaron sus vidas ante el llamado del cura Miguel Hidalgo y Costilla, para formar un ejército del pueblo que se encargaría de salir de sus casas “a coger gachupines” y a ejercer la libertad, después de tres siglos de dominación española y de la misma temporalidad de pagar impuestos a los colonizadores, sometidos a una obediencia absoluta a los virreyes enviados desde Madrid, para cumplir en Nueva España las ordenanzas de los Monarcas ibéricos.

En el mismo estrado se encontraba presente el gobernador electo del Estado de México Alfredo del Mazo Maza; tercer gobernador proveniente de esa estirpe y quien reflejaba en su rostro la felicidad por haber cumplido su compromiso personal, al igualar la hazaña de su padre y de su abuelo, reiterando en cuanto concluyó la despedida de Eruviel, los compromisos adquiridos por el licenciado Alfredo del Mazo, para recuperar el mando institucional en el Edomex y hacer prevalecer el Estado Democrático de Derecho, garantizando la seguridad de los mexiquenses, acabando con la Impunidad en una lucha sin cuartel que comenzó a las cero horas con un minuto del día 16 de septiembre, en que el nuevo gobernador dio por iniciada una guerra sin cuartel, sin tregua y sin descanso, para acabar con la delincuencia y garantizando la seguridad a todos los habitantes del estado de la república, que cuenta con el mayor número de habitantes, después de la Ciudad de México.

El día de ayer ya habían transcurrido tres días de la agenda de trabajo del gobernador Alfredo del Mazo, quien en lugar de recorrer los municipios de Ecatepec de Morelos, Nezahualcóyotl, Naucalpan, Toluca, Tlalnepantla, Chimalhuacán, Tultitlán, Chalco, San Mateo Atenco y tantos más donde residen los mexiquenses, esperanzados en el nuevo gobierno del estado, que les ofreció empeñando su palabra Alfredo del Mazo Maza, que habría trabajo bien remunerado para todos; que los feminicidios ahí terminaban y que las mujeres tendrían el respeto de las autoridades estatales y municipales, para contar con un régimen de seguridad social, para que nadie se quede sin escuela, sin trabajo y con atención institucional ( IMSS o ISSSTE).

Sin embargo los hombres y mujeres cercanos al sucesor de Eruviel Ávila, solo se han preocupado por perseguir a quién podría salvarlos del desempleo por los próximos seis años; pero ninguno de ellos, se ha ocupado de plantearle soluciones a quien empeñó su palabra con los mexiquenses, cuando fue candidato a gobernador y posteriormente cuando fue candidato en 2012 a la presidencia de la república. Seis años de un periodo de gobierno, según el calendario oficial y sin esperar contratiempos, representan un total de DOS MIL CIENTO NOVENTA Y UN DIAS, que incluyen Trescientos Sesenta y Cinco días, un cuarto y de cuatro cuartos se suma uno más al calendario oficial de trabajo, por lo que restando los tres dias que han transcurrido al día de ayer, le quedan al licenciado Alfredo del Mazo Maza DOS MIL CIENTO OCHENTA Y OCHO DÍAS efectivos de trabajo, para transformar al Estado de México, acabar con las carencias de los mexiquenses y garantizar resultados en la lucha contra la delincuencia; contra la inseguridad; y contra la impunidad.

El Plan de Desarrollo Urbano Integral del Edomex, fue elaborado por profesionistas calificados, con estudios de posgrado en las mejores universidades de México y del extranjero; y las relaciones políticas y personales del gobernador Alfredo del Mazo, desde la parentela que lo une al presidente de la república licenciado Enrique Peña Nieto y a la clase política que representa al grupo “Atlacomulco”, de mucho servirán para alcanzar una buena gobernanza, a la que está obligado este cachorro de la revolución (Alfredo Tercero), porque si no lo logra, bastaría con recordarle la canción famosa del fallecido Divo de Juárez, pues si el periodo de gobierno termina sin resultados, después de tanta pelea en la arena política, como le sucedió a JAVIDU; “pero qué necesidad, para qué tanto problema”