Dengue y negligencia fórmula mortal

A pesar de ser payasos, no llenaron los zapatitos

Que en la llamada ‘curva de aprendizaje’ haya tardanza en reparar luminarias o recoger la basura, puede resultar anecdótico con el paso del tiempo, pero que esto se refleje en la pérdida de vidas humanas es un crimen.

La semana pasada dijimos que al 19 de septiembre había 4,845 casos de dengue en la entidad, contra 807 en el mismo lapso de 2018, ahora nos informan que ya se registran 6,107 y 15 defunciones, lo cual indica que las estrategias sanitarias siguen siendo fallidas.

De acuerdo con el boletín epidemiológico emitido por la Secretaría de Salud federal, para el caso de Veracruz “faltó administración y tecnologías de la información en la validación por parte de la jurisdicciones sanitarias del estado”.

Como buenos tecnócratas (esos que se supone ya desaparecieron), los redactores del boletín no son directos para decir: lo que está pasando es porque los funcionarios son ineptos.

Sumado a la ineficacia, está el desdén con el que el gobierno de Cuitláhuac García asume el problema: todo está bajo control, son los enemigos de la 4T los que magnifican el asunto.

No se sabe cuántos muertos se necesitan, para que el señor gobernador entienda que debe despedir a los incompetentes que sólo se quedaron en la etapa del discurso del bien común.