Se le puso la cosa color de hormiga a Morena en el sur de Veracruz, luego de que un nutrido grupo de militantes anunciara su renuncia a este partido a causa de las imposiciones en las candidaturas.
Concretamente, los ahora ex militantes manifestaron su repudio a las candidaturas a diputaciones que les regalaron a Mónica Robles Barajas –quien en la anterior Legislatura local fue diputada por el Partido Verde- y a Gonzalo Guízar Valladares –que ahora porta la camiseta de Encuentro Social, entre las muchas que ha usado en su vida política-.
Los disidentes acusaron –sin que les falte razón- que ni Robles ni Guízar han hecho nada como para merecer dichas postulaciones, mismas que atribuyen a sendas imposiciones de “ya saben quién”.
Ni modo. La luna de miel entre Morena y los veracruzanos se está acabando muy pronto.
