Dice trotamundos que de saber que le robarían su bicicleta no hubiera llegado a Veracruz

El día de hoy domingo, el trotamundos brasileño Denizart Simoe cumple dos semanas de permanecer varado en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, esto a raíz del robo de la bicicleta con la cual recorrió más de medio continente americano, sin embargo se mantiene firme en su objetivo: romper el record Guinness de los 500 mil kilómetros en dos ruedas.
Está desesperado por salir de la ciudad, se siente abrumado y un tanto molesto por el trago amargo que pasó a finales del mes de abril, cuando uno o varios sujetos le robaron algunas maletas, material de supervivencia y lo principal, su inseparable bicicleta hecha de carbono.
“Se me fue tanto equipo, que te quita un poco las ganas, porque el equipo es tan caro como la bicicleta, y otra cosa, es difícil encontrar ese equipo en esta país, son muy pocas las tiendas que trabajan con esos productos”.
Denizart reconoce que de haber sabido que en Veracruz sería víctima de la delincuencia, hubiera cambiado su ruta, dirigiéndose al estado de Puebla y no acercarse para nada a la costa veracruzana.
-¿Si tú hubieses sabido que te iba a pasar esto, lo hubieras pensado dos veces antes de entrar a Veracruz?- se le cuestiona.
“Si yo hubiera sabido que me iba a pasar esto, hubiera pasado derecho, de Córdoba, yo entré por Córdoba y me hubiera seguido directo a Puebla y no hubiera llegado hasta acá, sin necesidad de venir a la costa”.
Fue el domingo 30 de abril, “día del niño”, cuando a Denizart fue víctima de la delincuencia en tierra ajena, a miles de kilómetros de su natal Sao Paulo, Brasil. Por lo menos dos malandrines hicieron de las suyas cuando el ciclista hizo escala en el bulevar costero del puerto jarocho.
Simoe indica que aquel día llegó a la costa demasiado cansado, pues tuvo un largo viaje casi sin parar la pedaleada desde la zona centro del estado. Asegura que decidió recobrar un poco de la energía perdida recostándose a un costado de la plaza de la soberanía, cerca del asta bandera, pues consideró que se trataba de una zona segura y cien por ciento turística.
Durante algunos minutos dormitó sin concebir el sueño por completo, hasta que de pronto sus cinco sentidos se activaron, su subconsciente le indicaba que algo andaba mal y así fue. Cuando se levantó su bicicleta ya no estaba, se la habían llevado junto a su alforja, portaequipaje delantero, batería solar para teléfono, herramientas y dinero.
“No imaginaba pasar esto, esta es la tercera vez que paso por acá, las dos veces anteriores no me había pasado nada, me pasó en una zona turística, ahí donde fui robado hay muchísimos turistas para que resguarden esta zona porque imposible que una bicicleta desaparezca así como 60 kilos de equipaje, esto fue organizado, para mí que llegaron con una camioneta y entre dos la metieron a una camioneta y se la llevaron”.
Al trotamundos solo le dejaron una mochila y la ropa que llevaba puesta. Tras interponer una denuncia ante el Ministerio Público, recibió alojo en la estación de Bomberos Conurbados de Boca del Río.
Han pasado dos semanas desde aquel acontecimiento y Denizart quiere irse cuanto antes, pero no puede, pues asegura que necesita conseguir equipo. Hace algunos días, autoridades estatales le regalaron una bicicleta, que aunque no es el mismo modelo que la que le robaron si le ayudará a seguir pedaleando.
Ciclistas de Veracruz que conocieron el caso del brasileño a través de los medios de comunicación y redes sociales le donaron algunos artículos para que pueda continuar con su travesía por el continente americano y conseguir los 10 mil kilómetros que le faltan para llegar a los 500 mil y de esa manera romper el record Guinness que a la fecha ostenta un ciclista alemán.
Espera salir de la zona conurbada durante los próximos días, no puede esperar más, debido a la necesidad que tiene de realizar algunos trámites de su visa para poder pasar a los Estados Unidos.
Comenta que una vez equipado, retomará el camino y se dirigirá a Puebla, después a Morelia y seguirá una ruta previamente establecida por él mismo hasta llegar a la frontera norte de México, pasará a la unión americana y llegará a Nueva York, el destino final.
Se mantiene firme en su objetivo de llegar a los 500 mil kilómetros y consciente de que el robo de su bicicleta lo retrasa pero no lo detiene ni le rompe el tan anhelado sueño, “desistir de ninguna manera”, indica.
-A pesar de todo esto que te ha pasado, ¿sigues firme con romper el record o piensas regresar a Brasil?-
“Mira, desistir de ninguna forma porque, el ejemplo que le doy es como si me estuviera graduando para medicina, son 7 años y tú has hecho 6 años de la universidad, te hace falta el último año, tú has hecho seis meses más y cuando ya estas por recibir el diploma dices ¡no, ya no, me voy a la casa, no quiero más!, es una boludez”.
“Estoy acá y tanto que me ha pasado, ya fui asaltado, robado varias veces, me han tumbado, enfermo, muchas cosas me han pasado y yo me levanté y continué para adelante y ahora con esto que me pasó creo que es una experiencia más y que me da más ganas para seguir para adelante por el poquito tiempo que tengo“.
-No te echas para atrás-
“No, el que anda para atrás es el cangrejo”.