La pelea por la sucesión presidencial, arrecia; y todos los actores políticos con posibilidades de llegar a los Pinos, buscan sacar raja de todo lo que acontece en cualquier parte del territorio nacional, aprovechando la situación que se presente para denostar a los contendientes y proyectarse a una de las candidaturas presidenciales.
Las ofertas más disputadas, las ofrecen el PRI, el PAN, el PRD y MORENA, aunque éste último se equipara a una concesión previamente otorgada a su presidente AMLO. Por ahora está en el debate nacional, la propuesta de los presidentes del PAN y PRD, para buscar al candidato que pueda representar a esas dos fuerzas políticas, antagónicas, que se creía irreconciliables y que han demostrado que juntos tienen militantes y simpatizantes, suficientes para haber ganado las elecciones a las gubernaturas de Veracruz, Quintana Roo, Tamaulipas y Durango; lo que al parecer despertó el entusiasmo de quienes fueron rivales irreconciliables en la lucha por el poder.
El PAN representando al gran capital; a la iniciativa privada; a la clase patronal; a los banqueros; al alto clero y a todo lo que signifique la defensa de los intereses patrimoniales de los dueños de México. Del otro lado la izquierda que viene desde la fundación del Partido Comunista Mexicano, acompañada de las luchas obrero patronales y el reconocimiento de los derechos sociales en favor de los proletarios de México. Mezclar el agua y el aceite, resulta imposible y lo saben los coaligados que ganaron las gubernaturas de Veracruz, Tamaulipas, Quintana Roo y Durango. Tan es así que la ingobernabilidad en su máxima expresión, se siente
y se registra en esas entidades federativas.
De tal forma que una alianza PAN-PRD puede dar la fuerza política necesaria para ganar una elección; pero no para gobernar por el choque de intereses contrarios o contradictorios.
El deterioro de la imagen del gobierno de la república, obedece en la actualidad, a la falta de una Agenda Política, con servicios de inteligencia y con atribuciones tan amplias, que le permitan operar con la oportunidad que reclama la solución de los conflictos, sin dejarlos crecer en tiempo y espacio y sin secuelas, como ha sucedido con los conflictos del SNTE y de la CNTE. Un ejemplo lo constituye, la permanencia de la profesora Elba Esther Gordillo en prisión; puesto que al no cortarle los hilos con los liderazgos vigentes en su organización sindical, aún desde el hospital o la cárcel donde se encuentre el próximo año, tratará de influir y pactar con alguno de los candidatos presidenciales, que le garanticen satisfacer su sed de venganza, en contra de los principales funcionarios del gobierno de Peña Nieto.
Por lo pronto el calambre de la maestra, llegó a Gobernación, a la SEP y a los Pinos, al anunciar su simpatía y respaldo con dinero y con una gran base social que milita en el PANAL, para favorecer al candidato de MORENA Andrés Manuel López Obrador, a quien las principales encuestadoras confirman como el puntero para ganar la elección del próximo año.
Y aún con las condiciones adversas que se presentan al Partido Revolucionario Institucional, después del desgaste que le ocasionó la apretada contienda por el gobierno del Edomex; aún así, los principales colaboradores de Peña Nieto, se disputan esa “distinción”, que bien podría llevar a uno de ellos a suceder al presidente en funciones, para enfrentar la descomposición social en que se deja al país al concluir el quinto año del sexenio que también podría ser, el último que gobernara el PRI.
Entre otras áreas de primordial importancia para gobernar, ha resultado ineficaz el trabajo del CISEN, en la guerra contra las drogas que inició Felipe de Jesus Calderón Hinojosa, y en la lucha contra la delincuencia organizada y desorganizada, con lamentables consecuencias y un incremento diario en los crímenes competencia del fuero común y en los crímenes de mayor magnitud, competencia del fuero federal, ejecutados por las disputas territoriales de los carteles de la droga, que el Estado no ha podido controlar para pacificar al país.
Información es Poder, si el CISEN no informa con oportunidad a los Pinos, a Gobernación, a la SEDENA y SEMAR; tarde o temprano se pierde el poder y está contribuyendo a que las dependencias encargadas del control político y la seguridad nacional, al caer en la desinformación, también resulta ineficaz para cumplir con las importantes tareas propias de cada una de esas áreas del gobierno.
Veremos en qué termina la masacre de Tláhuac ante el desconocimiento del doctor Mancera (después de haber sido Procurador) y hoy aspirante presidencial en funciones de Gobernador de la Ciudad de México, quien tras afirmar que mil elementos de seguridad pública bajo su mando realizan patrullaje y vigilancia para limpiar a las delegaciones y colonias de la Ciudad de México, de grupos criminales como el encabezado por “el ojos”, dueño de la Delegación Tláhuac, quien resultó muerto en el operativo del pasado viernes y simplemente a juicio de Mancera, alcanzó el rango de jefe de narcomenudistas, más no de jefe “del Cartel de Tláhuac”, con lo que la incapacidad y ceguera política de Miguel Ángel Mancera, queda más que probada.
Con esos ejemplos de la realidad mexicana, se comprueba la ineficacia de las instituciones responsables de la seguridad nacional, sin cuya información real y oportuna, los errores del gobierno se han multiplicado en forma progresiva. Los hechos de sangre del fuero común, también se han disparado y bajo cualquier pretexto se recurre a la portación ilegal de todo tipo de armas, para defenderse de quién en mal momento se le ocurre hacerse justicia por propia mano.
La solución no se encuentra con el surgimiento de la ingobernabilidad y el caos, porque para pacificar al país después de que prenda la mecha, pasará por lo menos una década de inestabilidad social, acompañada de una gran Corrupción, Impunidad y Sobrevivencia, bajo la aplicación de la Ley del más Fuerte.
