El coronavirus que parecía perder fuerza en su ingreso y proliferación a México, cobra una importancia inusitada por la determinación del gobierno de Donald Trump, de prohibir la llegada de vuelos a tierras norteamericanas de pasajeros procedentes del continente europeo.
Por otra parte la Organización Mundial de la Salud, está en alerta máxima debido a que lo que se consideraba una “epidemia” se ha convertido ya en una “pandemia” por haberse extendido a varios países el COVID-19 poniendo en riesgo a grandes núcleos de población.
Hasta ayer se contaban en México, 12 casos confirmados de coronavirus, todos afectando a personas provenientes de Europa, o que tuvieron contacto con quienes se contaminaron en el viejo continente. Los torneos deportivos de la NBA fueron suspendidos, así como los Juegos Olímpicos y los grandes eventos y espectáculos artísticos, corrieron la misma suerte.
Reportajes televisivos muestran desiertas las plazas y calles de Italia, donde hasta la Plaza de San Pedro en Roma, permanece cerrada a los turistas y el Papa Francisco, ha suspendido audiencias y cualquier contacto con ciudadanos de todo el mundo. Lo mismo acontece en España e Inglaterra, donde restaurantes, museos, comercios y centros de diversión, cancelaron temporalmente sus servicios. En París, la Av. De los Campos Elíseos también se observa desierta, y el museo de Louvre cerrado hasta nuevo aviso.
La preocupación del Gobierno mexicano, se ha manifestado por el Subsecretario de Salud, como “razonable y pendiente” , recomendando las multicitadas medidas de higiene evitando contactos personales, lavarse constantemente las manos y estornudar cubriéndose con el antebrazo. El exceso de confianza en el Gobierno es por calificarla como “en fase 1” y la gobernadora de la CDMX Claudia Sheinbaum, donde viven aproximadamente 21 millones de personas, re afirma su confianza en las medidas preventivas del sector Salud.
Por lo visto nadie ha considerado la gravedad de la Pandemia, y en el supuesto de que pudiera salirse de control, la alerta ciudadana tendría que rebasar al Sector Salud, tal como ha sucedido en la lucha contra la criminalidad y los feminicidios, ante la ineficacia de las fuerzas de Seguridad Pública y la Guardia Nacional.
