Finalmente y, como haya sido, hoy lunes 31 de diciembre de 2018 cerramos el año, el balance no es muy halagador porque venimos cargando una gran peso originado por la corrupción e impunidad, durante más-menos 78 años de un gobierno alejado del pueblo y, por lo menos, 18 años de neoliberalismo reciente que provocó la transición política en el país.
México escogió a través del voto ciudadano un régimen catalogado como izquierdista y representado por Andrés Manuel López Obrador, un político opositor al sistema instaurado por el PRI de Lázaro Cárdenas, Echeverría, Salinas y sobrellevado por el PAN (Fox y Calderón) y ratificado por el PRI de Peña Nieto, que sumieron al país en la peor crisis vivida por los mexicanos.
Durante ese régimen y bajo el membrete del neoliberalismo, la clase política de este país trabajó para hacer más grande la brecha entre los mexicanos ricos y los mexicanos pobres; a partir de Echeverría el saqueo a las finanzas pública se visibilizo con prácticas cínicas, impunes y corruptas que, con el mal manejo administrativo, sumió al país en las peores devaluaciones propiciadas en la toma de decisiones arbitraria del Presidente en turno.
En ese ambiente político depredador del neoliberalismo, Andrés Manuel López Obrador, surge como un candidato de izquierda, se fortalece como antagonista del régimen instaurado a partir de la Revolución y sin ser marxista ni socialista recalcitrante, se posiciona como opositor al gobierno corrupto.
AMLO, es un Presidente legítimo avalado por la votación mayoritaria de los mexicanos todos, todos, esos que votaron por él, esperan la reciprocidad y los compromisos de campaña contraídos y el cumplimiento del progreso del país con desarrollo y, principalmente, por la igualdad social.
Pocos días van de gobierno federal y pocos problemas se han resuelto, sin embargo, hay que recordar que los detractores al gobierno también son muchos, mucho más de lo que nosotros podemos visualizar, es decir, los opositores están en los partidos, militantes y simpatizantes de otros institutos políticos que no son MORENA, están en los que votaron en contra y el resto del país que no votaron, pero, que todo quieren ver que pasa o deja de pasar.
Los desaguisados políticos que van y que han pretendido abollar al régimen de AMLO y su ideología igualitaria, han sido promovidos por lo agoreros del mal que pretenden desacreditar al gobierno federal, buscando las fallas y los errores para exacerbar los ánimos de los mexicanos.
Sin duda hay y habrá más errores, pero, los ciudadanos que si esperan un cambio los podrán dejar pasar, aceptar como errores y disculpar, sin embargo, el pueblo resentido, flagelado, lastimado, ofendido y saqueado, no tiene tiempo para seguir reviviendo ofensas y más agravios.
El pueblo mexicano, la gran mayoría, que no entienden de los grandes problemas generados por la corrupción como, por ejemplo, el sistema delictivo del Huachicol, el cual evidenció que la empresa mexicana más sólida y que por muchos años ha sostenido la economía del país, pues era perforada por el robo de combustibles organizado desde el interior de PEMEX.
O el propio florecimiento de la delincuencia organizada y crímenes de alto impacto que desfondó a las instituciones de Seguridad Pública, permitiendo la complicidad y permisibilidad de todo tipo de abuso policiaco al amparo de las leyes manipuladas por las autoridades del ramo.
Y qué decir de los gobernadores corruptos que llevaron, como el caso de nuestro Veracruz, a la ruina a las instituciones y a la sociedad saqueando los fondos y comprometiendo al gobierno del estado a comprometer sus participaciones para pagar lo robado y pagar el servicio de la deuda.
Por eso el venidero 2019, será el termómetro para evaluar el trabajo de AMLO Presidente, a partir de una relativa ideología de izquierda, pero, subrayando que no es una izquierda recalcitrante, sino, mejor dicho, una ideología de izquierda opositora al neoliberalismo que no pretende destruir el capitalismo como tal ni a la iniciativa privada, sino aperturar oportunidades a los mexicanos que menos tienen.
La ideología de AMLO la queremos entender como una oportunidad igualitaria, intercultural y progresista que platea la igualdad social como meta prioritaria de su programa de trabajo, obviamente, la resistencia al cambio lo resienten los que habían gozado de privilegios durante años, dentro del sistema político mexicano, que tenían todas las prebendas, abusos y excesos de la clase política ante los ojos de los indios “pata rajadas” que no pertenecen al círculo de gobierno y se conforman con las sobras y a veces sin ellas.
México en el umbral de un horizonte incierto con una “4ta transformación” iniciada con un plan de austeridad que está rebasado lo previsto, por lo menos, en algunos estados el rasero del rigor implantado por la austeridad republicana, está afectando a todos los burócratas a pesar de haber sido muy preciso que la reducción de los sueldos era a los más altos funcionarios, para incrementar a los que menos tienen, también burócratas.
Y una reflexión sobre las transformaciones que han impactado al país, las tres anteriores representaron luchas armadas y violentas donde se derramó mucha sangre de mexicanos… quién nos asegura que la 4ta. Transformación será pacifica, si uno de los grandes problemas que tiene México es la inseguridad, violencia y muerte de mexicanos que sobre el entendido de la corrupción y complicidad señala al Gobierno federal como culpable del gran problema del siglo.
Y el balance entonces, ya se verá, ya se verá.
Suburbio 1
La policía municipal, nunca llegó a Xalapa…
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