El caso Odebrecht no pondrá en riesgo la democracia en AL: Rousseff

La ex presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, rechazó que el caso Odebrecht, donde están involucrados funcionarios gubernamentales de varios países en casos de corrupción, ponga en riesgo la democracia en América Latina, aunque reconoció que esa situación “es delicada”.
El Caso Odebrecht es una investigación del Departamento de Justicia de los Estados Unidos sobre la constructora brasileña Odebrecht, donde se le acusa de otorgar dinero y sobornos a funcionarios públicos del gobierno de 12 países: Angola, Argentina, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, México, Mozambique, Panamá, Perú, República Dominicana y Venezuela, durante los últimos 20 años, para obtener beneficios en contrataciones públicas.
Culpen a los paraísos fiscales. Rousseff reconoció que la corrupción con fines políticos es muy grave y advirtió que los paraísos fiscales desde donde “se esconden recursos de los impuestos” para usarlos en la política tienen una relación directa con la crisis de los países.
De visita en México para participar en el Coloquio, “América Latina: Política, Futuro e Igualdad”, la ex presidenta de Brasil ofreció una conferencia de prensa donde explicó que los recursos que obtienen de manera ilegal o subrepticia algunos actores políticos e incluso gobiernos en general los utilizan para corromper.
En ese sentido consideró que “es un agravio para las sociedades el uso de dinero proveniente de paraísos fiscales para conseguir ventajas sobre sus adversarios”.
“Ésta es la lógica de la corrupción”, sostuvo.
Rousseff explicó que los paraísos fiscales en todo el mundo derivan de los recursos que son escondidos o no son reportados al Fisco por grupos de poder y que son utilizados para otros fines.
Por ello, dijo, el combate a la corrupción en todos los países debe empezar por controlar los paraísos fiscales.
“Sin paraísos fiscales no hay recursos para corromper”, indicó.
¿Qué es populismo?
Rousseff dijo no conocer el significado de “populismo” pero defendió los gobiernos de izquierda en América Latina y criticó el modelo neoliberal que sólo ha empobrecido a millones de personas en el continente. En agosto pasado, Dilma fue destituida por el Senado de Brasil de la Presidencia de ese país acusada de utilizar medios ilegales para ocultar agujeros en el presupuesto federal, lo que según sus detractores exacerbó la recesión, la inflación y los despidos en esa nación sudamericana.