El CISEN y los informantes

Durante los regímenes priistas y panistas, el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), se convirtió en un aparato de espionaje al servicio del gobierno.

Desde esa oficina se espiaba a políticos opositores, dirigentes empresariales, luchadores sociales y hasta comunicadores.

Para allegarse información, el CISEN no sólo cuenta con una sofisticada tecnología de punta, sino también con una vasta red de informadores políticos, todos ellos agentes encubiertos que suelen tener una doble vida para no despertar sospechas. Los “orejas” son al mismo tiempo políticos, líderes, luchadores sociales y…. hasta periodistas. Este esquema no es nada nuevo. Así ha operado siempre. Precisamente estos espías secretos obtienen información de primera mano porque se camuflan a la perfección. Todo mundo los conoce desde hace mucho tiempo como respetados personajes de la sociedad, pero cumplen doble rol. Operan en todos los estados de la República, incluido Veracruz, por supuesto.

Ellos se reportan a un mando central ubicado en la ciudad de México pero en casos excepcionales, y si la urgencia lo requiere, se ponen en contacto con el delegado de Gobernación en las entidades federativas. Cumplen al pie de la letra las instrucciones y siguen enviando tarjetas informativas de manera cotidiana. Son los ojos y los oídos del gobierno federal. Reportan todo y al mismo tiempo interpretan el entorno. Aportan análisis, hacen prospectivas políticas, plantean escenarios posibles sobre hechos relevantes. Tratan de anticiparse a los acontecimientos para que los mandos superiores desactiven “bombas”. Y, vale destacar, para estos trabajos no contratan a cualquiera. Han sido reclutados los mejor informados.

Pero se supone que todo eso se va a acabar. En reiteradas ocasiones, durante la campaña presidencial, Andrés Manuel López Obrador, prometió que el espionaje se va a extinguir, porque ya como Presidente de México va a desaparecer el Cisen. Se desconoce de qué manera AMLO va a suplir el mecanismo de acopio de información para la toma de decisiones, sin que se llegue al extremo de espiar. De lo único que estamos ciertos es que muchos y muchas se quedarán sin ese importante ingreso extra al desaparecer ese aparato de espionaje político.

Cuitláhuac y “La hora del amigo”

Medio en broma o medio en serio, el gobernador electo Cuitláhuac García, al acudir a la inauguración de una estación de radio del Ayuntamiento de Xalapa, dijo a propósito del programa “La hora del amigo”, que él se apunta para las chelas y las botanas. ¿Será que lo traicionó el subconsciente?