EL "DEBER SER" DEL COMPORTAMIENTO POLÍTICO-ELECTORAL

A propósito de las campañas políticas en el estado de Veracruz, que comenzarán dentro de dos semanas; la presentación de los candidatos, por todos los medios de comunicación a su alcance, será fundamental y deberá tener la mayor penetración entre los electores de cada municipio, disponiendo para ello de la primera semana del mes de mayo, porque hay que recordar que el día treinta y uno de dicho mes, cerrarán todas las campañas políticas y correrán los tres dias de silencio obligado, (para la reflexión del voto) previos a la jornada electoral programada para el día cuatro de junio próximo. No habrá tiempo para mayor dilación, puesto que la oferta de campaña también tendrá que darse a conocer con todo el electorado; y la recolección de las propuestas ciudadanas, tendrán que ser conocidas y analizadas por los candidatos, para determinar su “inclusión” o “exclusión” del discurso final “de compromiso” que tendrá que pronunciar el candidato a presidente municipal en el cierre de campaña; y al mismo tiempo, los integrantes de la planilla, servirán como “caja de resonancia”, del posicionamiento del candidato, respecto a la interlocución lograda en las cuatro semanas del periodo de campaña.
Los usos y costumbres de cada región, cabecera municipal, congregaciones y rancherías, asentadas dentro del territorio municipal, deben observarse, con el respeto y la formalidad que la tradición impone en cada caso. Por ejemplo, si se acostumbra en un lugar recibir al candidato y su comitiva por las llamadas “fuerzas vivas”, y si se acostumbra cumplir con un “ritual” o “ceremonial”, habrá que hacerlo para no herir susceptibilidades; puesto qué hay que tener presente, que las fuerzas vivas se integran por personas, agrupaciones o asociaciones representativas de las principales actividades que sostienen la economía del lugar; y por consiguiente, ese grupo de notables, influyen políticamente en las decisiones de la población, para la elección de sus autoridades y para la organización de las fiestas y tradiciones acostumbradas por generaciones. Mal hará el candidato o su equipo de campaña, que por una descortesía, un descuido o por desconocimiento, haga sentir a la población un menosprecio, burla o crítica; porque la derrota electoral será la respuesta de la comunidad agraviada por los contendientes o sus promotores del voto. Por ello quien esté dispuesto a contender por un puesto de elección popular, deberá prepararse y conocer a profundidad, a las personas, usos y costumbres de la localidad.
La expedición de la convocatoria a elecciones democráticas, en un ambiente de libertad, que concluye con la emisión personal del voto, libre y secreto, hará posible la aceptación del resultado que se obtenga por el escrutinio de la autoridad electoral; y la tranquilidad y paz social se darán, de manera natural, sin necesidad de que intervenga la fuerza pública del estado. No se debe coartar la participación ciudadana en la organización del proceso electoral y su desarrollo; para ello los partidos políticos tendrán derecho a nombrar representantes en el Organismo Público Local Electoral; y representantes en las casillas, tanto de los partidos políticos, como de los candidatos o planillas registradas. Igualmente el OPLE, facilitará, el nombramiento de observadores electorales, quienes podrán realizar observaciones tendientes al cumplimiento de la Legislación Electoral; y de no presentarse incidentes graves que pongan en riesgo la elección, legitimarán la validez de las elecciones y del resultado electoral.
La neutralidad del gobierno en la organización del proceso electoral, garantiza la libertad de expresión, de oposición y de asociación, dejando a la voluntad del elector, la decisión de la emisión del sufragio o de la abstención. Los recursos económicos que el gobierno pone a disposición de los candidatos, serán en cantidades iguales, garantizando la equidad entre los contendientes; sin que legalmente puedan introducir para sufragar los gastos de campaña, recursos económicos que produzcan desequilibrio o ventaja; o que provengan dichos recursos de actividades ilícitas o tengan relación con organizaciones criminales o del narcotráfico. Queda prohibida terminantemente la manipulación y coacción del voto; y cualquier acción fraudulenta debe denunciarse ante la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE), que constituye una instancia independiente para investigar y consignar en su caso, a quien resulte penalmente responsable de los ilícitos denunciados.
Toda elección que cumple con los requisitos expresados, alcanza la primera meta que establece la función electoral y que consiste en producir representación; ya que el mecanismo para elegir representantes, se basa en las preferencias de los electores y no en la imposición que usurpa la voluntad del elector; la segunda función de una elección, consistente en producir gobierno, se alcanza cuando con el resultado del proceso electoral se logra el consenso para reconocer a los ganadores, como depositarios de la voluntad popular expresada mediante la emisión del voto en las urnas, lo que le permite al elegido, asumir las funciones inherentes al cargo por el que contendió; la tercera función producto de una elección, consiste en la legitimidad que se reconoce por la certeza del resultado electoral y la inoperancia o improcedencia de impugnaciones al cómputo final de la elección. Para concretar el comentario, puede decirse que se cumplen los tres propósitos de una elección, reconociendo la voluntad del elector; otorgando al elegido el escaño o posición gubernamental; y la legitimidad reconocida mayoritariamente en favor del candidato triunfante.
El estadista inglés Sir Winston Churchill, definió a la Democracia, como la necesidad de doblegarse, de vez en cuando, a las opiniones de los demás.