Si alguien ha puesto agenda, desde dentro y fuera de cualquier institución y gobierno, de 18 años a la fecha, ese ha sido el Factor “F”. Le guste o no al pasado, al presente y seguramente al futuro, así ha sido, y por lo que estamos por vivir seguramente seguirá siendo.
Conocedor del contexto, y del pretexto ante todo, el Factor “F” siempre ha dado la pauta para estar dentro de cualquier nota periodística, columna de opinión, pero sobre todo en el comentario diario del café, lugar donde por cierto se hace, habla y practica la política, sin dejar de mencionar que los merenderos en Veracruz son laboratorios de soluciones al gran número de lamentaciones que agobian a toda nuestra sociedad.
Ahora, en unos días más, quizá dos o tres, no pasan de 5, volveremos a tener en la Entidad la intensidad que implica el Factor “F”; y todo por señalarlo de acusaciones infundadas, en las que tuvo que salir el propio titular de la política de Salud en la Nación a desmentir los señalamientos malsanos que se emitieron en contra del Factor “F”.
Es por ello que desde la próxima semana la institucionalidad, “instituida” por un tercio, no más, de los que salimos a sufragar en la pasada elección gubernamental, tendrá en su parcela la presencia de quien consideran el peor peligro público para su proyecto privado, sí: el Factor “F”.
Considerado el antagonista natural de lo que malamente han tratado de bautizar como la “yunicidad”, el Factor “F” viene a hacer lo que bien sabe hacer, política. Su interés será defender su integridad y su honorabilidad, que cabe resaltar son elementos siempre muy subjetivos a la persona y a la idea de la misma, por un lado; y por otro, instaurar la verdadera oposición a lo que pareciera más un gobierno de oposición a un gobierno en acción.
Gran error haber despertado el movimiento, que sin proponérselo quizá el pasado gobierno puso a reposar para su salud institucional, y a el autor del Factor “F”. Se ve que no le dieron por donde le duele, sino le pusieron en bandeja de plata el pretexto ideal para su retorno a la Entidad.
Nos guste o no a muchos la cosa pública se pondrá interesante, y desgraciadamente no será por la serie de políticas públicas que el presente gobierno, el de la “yunicidad” mal dicha por cierto, implementará para atraer mayor bienestar, mejor desarrollo y más crecimiento.
No, será por la serie de estrategias y estratagemas que tanto la “institucionalidad”, insana para quien sufrago hasta el día de hoy por cierto, y el Factor “F” echarán a andar para llevarse la plaza, perdón la Entidad.
Que gane el más mejor, dijera mi querido maestro Eduardo Engel.
Repensar el pensar….
Ahora resulta que Alejandro y Ernesto, serán según ellos los que se repartirán el pastel bronceado en algunos municipios de la entidad. Pues resulta que Ernestito, abordo de su bólido de más de un millón de pesos, se apersonó hace unos días en las oficinas estatales del Movimiento que encabeza AMLO. El motivo saber donde pasaba a apuntarse porque su hermanito, que anda en el Estado de México viendo si le dan la candidatura por el PRD a Gobernador, le comentó que sería por obra y gracia de San Encinas, santo de las causas raras e infructíferas, regidor…
La palabra es para cumplirse, siempre; y los pactos mas. Quien falta a la palabra, que no se asombre después porque faltaron a la suya. Quien no respeta, y lleva a cabo y a buen termino, los pactos establecidos, por lo menos en política, no se pude decir después faltado, sorprendido u traicionado. Quien avisa no traiciona y eso, para quien se dedica a la Política, claro le debe estar…
