El frente por la 4ª. Transformación de México, acaba con el neoliberalismo

La reconstrucción de un nuevo modelo de país, visto por la izquierda formada en las últimas 4 décadas en Latinoamérica, ha logrado construir en México, a través de la democracia territorial, una nueva economía popular, que transita desde el gobierno de la república hasta los destinatarios empobrecidos y marginados, que vienen demandando su reivindicación desde la primera transformación, hasta la 4ª que lidera el presidente López Obrador.

Frente al crecimiento económico de sus tres antecesores, la evaluación de los especialistas en la materia, reportan al final del primer año de gobierno de AMLO, una economía fuerte, con mejor distribución de la riqueza pública, para lo cual el principal argumento del gobierno, radica en dos vertientes; la primera, un combate a la corrupción que abarca a políticos y miembros de la alta burocracia; y la segunda, que se basa en la disminución de los gastos superfluos, para canalizar ese superávit a programas sociales.

Del combate a la corrupción, solo se sabe lo declarado por Santiago Nieto Castillo, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, sobre el bloqueo de miles de cuentas bancarias que pertenecen a personas físicas y morales, cuyas actividades económicas y riqueza acumulada, no acreditan un origen claro, por lo que podrían constituir un blanqueo de recursos de actividades ilícitas, como el narcotráfico y otros delitos o provenir del desvío de recursos públicos de funcionarios del gobierno.

Lo que no se sabe aún, es la recuperación del dinero y los bienes ilegales detectados por la UIF, pues a la fecha no se ha aplicado la Ley Nacional de Extinción de Dominio, aprobada por el senado el 2 de julio de este año, cuyo propósito es facilitar el decomiso y venta de bienes confiscados al crimen organizado, para destinar ese dinero mediante el Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado, en favor de la ciudadanía o en beneficio de programas de reivindicación a comunidades marginadas.

López Obrador, cumplió y salió bien librado en su Primer Informe, y acuñó la frase de que “Se escuche bien y se escuche lejos”, para referirse al rechazo a la intervención y militarismo extranjero en nuestro país, para insistir en la nueva república democrática que representa al proyecto de transformación de las relaciones políticas a fin de liberar las nuevas energías de la sociedad, con las que se hará posible un verdadero cambio del sistema político mexicano.