El mes más largo de la historia con Trump

Del 20 de enero al 20 de febrero de 2017. Éste es el tiempo que lleva Donald Trump en el poder. En estos escasos treinta y un días, los que no esperábamos o no deseábamos su victoria (es decir, casi todo el mundo) hemos pasado del estupor inicial a una creciente sensación de angustia, pero también de creciente burla.

El último en burlarse fue el primer ministro de Suecia, Carl Bildt, quien ayer mismo se preguntó si el presidente de EU se había “fumado algo”, luego de enterarse de que Trump había asegurado un día antes en un mitin que Suecia había sufrido un atentado yihadista, lo cual no era cierto.

El propio Trump tuvo que salir momentos después a matizar sus palabras, señalando que, lo que quiso decir es que Suecia está recibiendo a “demasiados refugiados”, como denunció un reportaje que vio en Fox News. Pero la realidad fue otra. La “realidad paralela” de Trump —la que denunció Hillary Clinton cuando ambos eran rivales—, fue mucho más perversa y ejemplifica su forma rastrera y sin escrúpulos de gobernar.

En el mitin del sábado en Florida, que montó para felicitarse por sus “éxitos” durante su primer mes en la Casa Blanca, Trump alertó a los presentes del “peligro” que supone dejar entrar a refugiados, poniendo dos ejemplos: el atentado yihadista de Berlín en Navidad y “lo que pasó anoche en Suecia”, sin dar más explicaciones. Sus seguidores, obviamente, salieron del mitin pensando que en Suecia acaba de ocurrir un atentado yihadista, y se mostraron más convencidos que nunca de la necesidad de que la Justicia autorice el veto migratorio de Trump, al que dan la razón cuando denuncia que los jueces están “politizados” y cuando los amenaza con hacerlos responsables “si algo ocurre” en EU.

¿Reír por no llorar? La etiqueta #lastnightinsweden (lo que pasó anoche en Suecia) se convirtió en tendencia y servirá de combustible para todo tipo de memes y programas satíricos, como Saturday Night Live, cuya imitación de Trump a manos del actor Alec Baldwin ha logrado las mejores audiencias del programa en dos décadas.

Twitsteria. En Australia, la popularidad del primer ministro Malcom Turnbull se disparó desde que el 1 de febrero, cuando Trump escribió un tuit en el que denunció el “estúpido” acuerdo migratorio que firmó el australiano con Barack Obama. La confirmación de que el estadunidense le gritó por teléfono generó todo tipo de videos humorísticos y memes, que están logrando que parte de la opinión pública mundial le esté perdiendo el respeto al hombre más poderoso y temido del planeta.

En vez de gobernar mesuradamente, en un intento de legitimar una victoria opacada por los tres millones de votos que sacó de más Clinton, Trump ha mostrado en un mes sus modos prepotentes, autoritarios e incluso esperpénticos, como fue atacar, a golpe de tuits, a Nordstrom por retirar la línea de moda de su hija Ivanka. Sin embargo, lo que está consiguiendo el presidente es el efecto contrario. En vez de intimidar a la tienda departamental ha disparado sus acciones y ha logrado que otras empresas anuncien la retirada de la ropa que diseña la “apestada” Ivanka.

“Hechos alternativos”. Las palabras de moda en este primer mes de la era Trump las pronunció su jefa de campaña y luego asesora presidencial, Kellyanne Conway. No fue, como algunos podrían pensar aquella que dijo en un video delirante: “¡Compren ropa de Ivanka!”, saltándose cualquier norma ética y confundiendo, una vez más, negocio con gobierno. La frase que dijo sin que le temblase la voz fue, en inglés “Alternative facts”, o sea, “hechos alternativos”, que es una manera eufemística de decir “fake news” (noticias falsas) o directamente “mentiras”.

Así que, hablemos de mentiras. Trump mintió el mismo día que juró el cargo, cuando, en un insulto a la inteligencia, declaró que había sido la ceremonia más masiva de la historia, cuando la foto aérea de la explanada del Capitolio mostraba un aspecto lamentable, comparado con las dos juras del cargo de Barack Obama.