El municipio más rico del país luce desierto por el coronavirus

Las amplias y modernas avenidas, habitualmente congestionadas a cualquier hora del día de San Pedro Garza García, Nuevo León, ayer lucieron semidesiertas.
Durante un recorrido hecho en automóvil, EL UNIVERSAL pudo constatar que avenidas como Vasconcelos, Alfonso Reyes, Calzada del Valle, Lázaro Cárdenas, Morones Prieto, Miravalle, Eugenio Garza Lagüera, y otras que cotidianamente muestran tráfico lento y congestionado, principalmente en las horas pico, se encontraban prácticamente sin circulación vehicular, como si se tratara de una ciudad abandonada, intacta en toda su moderna infraestructura.
Pero no, San Pedro no está abandonada, está en cuarentena. La poca gente que circula lo hace en sus vehículos y prácticamente no hay nadie en las calles. El municipio tiene el estigma atemorizante de concentrar al menos 12 casos positivos de coronavirus, de los 14 que hay actualmente en Nuevo León.
Desde ayer no hay clases en el sector público y privado. Tampoco están abiertos los cines, casinos, salones de fiestas y parques recreativos, como parte de las medidas entraron en vigor para tratar de contener la pandemia.
Miguel B. Treviño, alcalde del municipio, ha sido insistente al pedir a los papás sampetrinos mantenerse en casa con sus hijos tras el cierre de colegios y la cancelación de otras actividades. “No son vacaciones, es cuarentena”, ha dicho.
Este municipio es una pequeña ciudad, con poco más de 120 mil habitantes y un promedio de 1.2 vehículos por residente. Cada día, por sus vialidades se mueven otras 250 mil unidades de gente que acude a trabajar, a la escuela, de compras o paseo. El ingreso per cápita se estimaba en 2018 en alrededor de 60 mil dólares anuales (según la calificadora Fitch Ratings), frente a los 9 mil 673.4 dólares que tenía México de acuerdo con el Banco Mundial.
Es aquí donde el temor al contagio con el Covid-19, se viralizó desde el pasado 11 de marzo, cuando se oficializó por las autoridades de salud, el primer caso de Covid 19 en el estado: un empresario de San Pedro, de 57 años de edad y ampliamente conocido, que había estado en Londres, Múnich y Madrid.
Al día siguiente fue cerrado el gimnasio del exclusivo Club Campestre, donde conviven las familias más adineradas de Nuevo León y de México, al tiempo que fueron noticia las compras de pánico de quienes con su alto poder adquisitivo, vaciaron los estantes de productos como papel sanitario, gel antibacterial, jabón, pasta de dientes y alimentos no perecederos.
El ambiente de preocupación creció porque en apenas seis días, San Pedro pasó de uno a 12 casos confirmados de Covid-19, mientras más de 20 contactos están en observación en calidad de sospechosos de estar contagiados por el virus, entre familiares, asistentes y trabajadoras domésticas de quienes contrajeron el virus en sus viajes a Estados Unidos y Europa. La cifra podría ser mayor, porque este martes Salud confirmó otros dos casos en el estado, aunque no dijo en qué municipio “para no estigmatizar”.
Así se explica que San Pedro se vea como una ciudad desierta.
(El Universal)