El PRI, saldrá fortalecido del ejercicio democrático electoral del próximo domingo, por encima de las falsas imputaciones y descalificaciones contra Claudia Ruíz Massieu

El próximo domingo se espera la presencia de la mayoría de los miembros afiliados al PRI, en las mesas receptoras de votos, donde en forma libre, secreta y directa, igual que en las elecciones organizadas por el INE, los miembros del partido tricolor cuyo único requisito es que su nombre aparezca en el padrón actualizado del PRI, podrán votar en favor de la planilla de su preferencia.

Lo que se sabe al día de hoy, es que en el mes de marzo, el registro de miembros activos afiliados al PRI, alcanza la cifra de 160,520 militantes, distribuidos en los 212 municipios veracruzanos. El proceso electoral será abierto y se espera que los 4,815 comités seccionales de todo el estado, participen activamente para favorecer con su voto a las personas que habrán de desempeñar los cargos de presidente y secretario del Comité Directivo Estatal del PRI.

Una de las planillas registradas será la vencedora y se espera civilidad de todos los participantes, para que se reconozca el triunfo de quienes tengan la mayoría de votos de sus correligionarios. Poco ayuda al resurgimiento del PRI, el pedir la renuncia anticipada de la encargada del Comité Ejecutivo Nacional, Claudia Ruiz Massieu, puesto que en ella ha recaído la organización y preparación de la histórica elección de los dirigentes priistas.

Descalificar anticipándose a la derrota, no se vale. Menos por quienes se registraron para participar en el proceso interno de renovación de la dirigencia Estatal del PRI en Veracruz, para el periodo 2019- 2023. Por el contrario, el trabajo que sigue es la unificación de militantes y la incorporación de simpatizantes, con el objetivo mediato de participar en las elecciones intermedias para la renovación de la Cámara Federal de Diputados y para la elección de autoridades municipales en el año 2021.

La reforma electoral de 1977, afirmó Reyes Heroles, permitió incorporar a todas las expresiones y potencialidades políticas, para contar con una auténtica representación nacional en las cámaras del Congreso, donde se escucharía la voz de la pluralidad de ideas e intereses concurrentes en el país. El fin se logró, pero el esquema está agotado y ahora el reconocimiento de las oposiciones, de acuerdo a la mayoría que representa MORENA, será necesario para que se cumplan las promesas del nuevo gobierno y su partido.