Hace unos días, un grupo de habitantes bloqueó durante varias horas la carretera que comunica a los municipios de Coatepec y Xico en protesta por una gasolinera que se pretende construir ahí. No solo es el riesgo que conlleva vivir cerca de una estación de servicio, sino que ésta se ubicaría muy cerca de uno de los pocos manantiales que aún subsisten.
Xalapa, Coatepec, Xico, Banderilla, Jilotepec, Naolinco, todo ese cinturón de municipios estaba llenos de manantiales; sin embargo, el crecimiento de la mancha urbana los fue contaminando y, en la mayoría de los casos, secándolos.
En la capital veracruzana, por ejemplo, hoy solo hay placas para recordarnos que en algún tiempo –tiempos mejores sin duda alguna-, ahí nacía el agua, como la que se ubica bajando la escalinata del Palacio de Gobierno. En pleno centro de Banderilla una común estampa era ver a los habitantes llenando sus garrafones en uno de los manantiales muy cercanos al Palacio Municipal.
En la entrada al municipio de Naolinco, la gente de las comunidades llegaba en mulas y burros, con sus cubetas a llenarlas del agua del manantial. En Jilotepec quedan un par, hay que caminar para acceder a estos, pero cuando inició la construcción del Libramiento de Xalapa, los botes de aceite de la maquinaria, troncos talados y demás basura, ahí fue a parar, contaminándolos y casi dejándolos secos.
¿Será por eso que ahora los tandeos son más frecuentes y en más municipios de Veracruz? Aun con todo no cuidamos del vital líquido. Por eso la gente de Zimpizahua se opone a tener una gasolinera cerca de su manantial, porque podría significar su exterminio. Habrá que esperar qué dice la autoridad ambiental al respecto, a que se dé un acercamiento de los gobiernos municipal y estatal para explicarle a la gente, de lo contrario, su noble defensa se recrudecerá, con apoyo de más municipios.
@YamiriRodriguez
