En política la ropa sucia, se lava en casa

Creada el 30 de abril de 1948, la OEA, Organización de los Estados Americanos que incluye a 35 países miembros (todos del Continente Americano), cuyo objetivo para constituir “un foro político” para la toma de decisiones, no ha cumplido más objetivo que el de convertirse en un escaparate de resonancia internacional, puesto que sus resoluciones no son obligatorias para los países interesados; ni tampoco cuenta la OEA con medios para hacer uso de la fuerza y obligar a sus miembros a cumplir sus recomendaciones.
Por eso extraña la presencia de Claudia Ruiz Massieu en la sede de la OEA, quien visitó Washington en su carácter de Secretaria General del PRI para entrevistarse con Luis Almagro, Secretario General de la OEA, a quien le planteó el caso Ricardo Anaya, con el fin de que se registre oportunamente los presuntos actos delictivos que se le imputan al candidato del PAN- PRD- MC, toda vez que según el dicho de la Secretaria General del PRI, “”hay preocupación porque un candidato a la Presidencia de la República está siendo investigado por lavado de dinero, triangulación de recursos y vinculación con empresas fantasmas””, lo que constituye una “preocupación” por el riesgo en que se encuentra el proceso democrático electoral de México.
Los hechos denunciados en contra del candidato Anaya, vinculan al empresario Manuel Barreiro Castañeda, quien al parecer simuló actos jurídicos-mercantiles que al final sirvieron para que Anaya Cortés, se embolsara 54 millones de pesos. La doctora Ruiz Massieu justifica su presencia en la OEA, por la evasión de Ricardo Anaya, en la rendición de cuentas y ante el retraso de la PGR en la integración y determinación de la carpeta de investigación. Pidió Claudia Ruiz Massieu que se remita esa información al Jefe de la Misión de Observación Electoral, que acudirá con esa representación de la OEA, precisamente como observador de los comicios del 1º de julio.
Lo que no se entiende es la razón de Ruiz Massieu, para quejarse en la OEA de la presunta conducta delictiva de Ricardo Anaya, cuando podría ser más efectiva, la presencia de Enrique Ochoa Reza, presidente del CEN del PRI, de la propia Claudia Ruiz Massieu y del asesor jurídico o representante legal del CEN del PRI, a fin de exhortar al encargado de la PGR, que cierre ya la carpeta de investigación y ejercite acción penal en contra de Ricardo Anaya Cortés.
Para que tantas vueltas de doña Claudia Ruiz Massieu, estando el suelo tan parejo.