En Sesver, amarran al perro con longaniza

En nuestro país y en nuestro estado, a la par de la democracia, también la cleptocracia crece y se fortalece como otro sistema político, debido a los altos niveles de corrupción que imperan, no obstante los esfuerzos que realiza el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, para combatirla.

Cleptocracia, del griego clepto, ‘robo’ y cracia, ‘poder’, o lo que es lo mismo, ‘el poder de los ladrones’. Y es que en muchas de las direcciones de Administración y Finanzas de las dependencias del gobierno del estado, existen mujeres y hombres que portan antifaz y no porque sean Bob o Violeta Parr, los célebres personajes de la película los Increíbles, sino porque se trata de verdaderos pillos.

En próximas entregas a cada uno de ellos dedicaré el espacio necesario para comentar de sus antecedentes, denuncias en su contra, padrinos, madrinas, amparos gestionados y en general de su oscuro pasado. Pero en esta ocasión me ocupa el caso de los Servicios de Salud de Veracruz, donde el secretario Roberto Ramos Alor, gusta de amarrar a los perros con longaniza, plenamente conciente de lo que va a ocurrir. ¿A quién le dan pan que llore?

Les platico amables lectores. Hace algún tiempo escribí en este mismo espacio, a cerca de las opacas actividades del maestro Antonio Pola Navarro, quien se desempeñó como jefe de Servicios Materiales de la Universidad Veracruzana al lado de Clementina Guerrero García, ex secretaria de Administración y Finanzas de la máxima casa de estudios y, posteriormente, del gobierno del estado de Veracruz.

Antes, Pola Navarro fue director general de Vinculación Institucional y Asuntos Internos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, muy cercano al tristemente célebre ex secretario, Arturo Bermúdez Zurita.

Este sujeto es originario de Las Choapas, pero radica en la capital del estado hace casi 17 años, realizó estudios de Contador Público Auditor y posteriormente obtuvo maestría en Administración de Recursos Humanos, ha dado cátedra por varios años y también ha sido consultor externo de ayuntamientos, con lo cual también obtiene jugosos dividendos.

Fueron los propios trabajadores universitarios quienes de manera anónima –por temor a represalias- proporcionaron información sobre presuntas empresas fantasma, doble facturación, elevación de costos en las compras de materiales y equipo, asignación de contratos de forma directa a dos que tres incondicionales para el mantenimiento del parque vehicular, equipo de cómputo, poda de árboles en los campus universitarios de toda la entidad y la inmediata desaparición de toda la madera, por citar algunos “milagritos” del también apodado “Lord Diezmo”.

Su oscuro y cuestionado pasado no es un secreto, usted pone su nombre en el buscador de Google y aparecen un sin número de publicaciones periodísticas con relación a los señalamientos que pesan en su contra y hasta de su presunto amasiato con una mujer casada, contadora ella, también trabajadora de la Universidad Veracruzana de quien me reservo su nombre, para evitarle un disgusto al marido ofendido. El funcionario es divorciado, él no tiene nada que perder.

Bueno, el caso es que con todo y los pésimos antecedentes que tiene en su historial, “Lord Diezmo” ataca de nuevo, esta vez como Subdirector de Recursos Materiales, pero ahora con el amparo del secretario del Salud, Roberto Ramos Alor y del director administrativo, Jorge Eduardo Sisniega Fernández, éste último también apodado “Lord Porsche”, ya que se mueve a todos lados, arrogante y soberbio, en una lujosa camioneta valuada en cerca de un millón de pesos. A eso le llamo yo ser austero y congruente con la Cuarta Transformación.

Esta vez empleados de los Servicios de Salud de Veracruz alertan de presunta asignación de contratos de forma directa a empresas proveedoras. Yo mismo informé oportunamente del lucro que realizan con 580 pacientes con insuficiencia renal en todo el estado, dado que los nuevos administrativos de Sesver le quitaron un contrato a la compañía Esterinova Puebla, SA de CV, para asignarlo de manera directa “por excepción” a Grupo RNA SA de CV, de Alejandro Cossío Hernández, el mismo que le hizo la vida de cuadritos a Miguel Ángel Yunes Linares.

Asimismo, existen muchas otras compras que tampoco se licitan y que son opacas, pero por si todo esto fuera poco, también se investiga la falta de personalidad jurídica por parte del secretario Roberto Ramos Alor y del director, Jorge Eduardo Sisniega para celebrar contratos; de ahí la posibilidad de que muchos de los ya celebrados sean ilegales y por consiguiente habría que cancelarlos, con las consecuencias que ello implica para el gobierno del estado.

Después de lo que vivimos los veracruzanos con Javier Duarte de Ochoa y sus cercanos colaboradores, ya nada debería sorprendernos, pero lo que indigna y molesta es que el presidente López Obrador luche por acabar con la corrupción, mientras que en Sesver y en otras dependencias le den la contraseña de la nueva caja fuerte a quienes antes ya la han saqueado, o dicho coloquialmente, que sabiendo lo mañoso que es el perro, los nuevos carniceros lo amarren con longaniza sabiendo que no le verán ni el polvo. Conste.

rvalerdeg@gmail.com