En Veracruz “hay riesgo real” de que pierda el hijo del gobernador: Eje Central

Ningún partido apuesta más capital político que el PRD en la renovación de las nueve gubernaturas de este año. De las cinco entidades que gobierna, tres irán a las urnas para elegir gobernador, y en todas enfrenta escenarios complicados para ganar.
En el caso del PRI se disputarán dos de las gubernaturas que ostenta (Jalisco y Yucatán), pero sólo en la primera se avizora una contienda cerrada. Mientras que el PAN tiene en juego tres de las 11 plazas que detenta (Guanajuato, Puebla y Veracruz) y sólo en esta última se percibe riesgo real.
Ejecentral revisó los indicadores económicos y delictivos de las nueve entidades que disputarán las gubernaturas; así como la influencia de cada uno de los partidos, tanto en los congresos locales como en los ayuntamientos, y muestran los riesgos que enfrentan y, al mismo tiempo, la fuerza electoral que podría perder o ganar cada uno de los partidos.
Aunque las estadísticas muestran que existe un voto diferenciado, dependiendo el cargo y partido a elegir, lo que ocurra en las votaciones locales de la CDMX, Jalisco, Guanajuato, Morelos, Puebla, Veracruz, Tabasco, Chipas y Yucatán, impactará en la elección presidencial, de senadores y diputados, ya que esas entidades ofrecen 31 millones 145 mil 689 de posibles votantes (el 37.28% del total), de acuerdo a la lista nominal de 2015, y se trata de estados en los que históricamente sus ciudadanos han tenido una participación importante, que va de un 35 hasta un 70 por ciento.
Dudas y tropiezos

En términos de población, el PRD gobierna a 19.3 millones de personas y los tres estados perredistas que renovarán gobernador este año suman 13.3 millones de pobladores, lo que equivale a 68% del total.
La Ciudad de México, su principal bastión desde 1997, cuando Cuauhtémoc Cárdenas ganó las elecciones para jefe de Gobierno, es amenazado por el partido Morena, que en los comicios de 2015 le arrebató cinco delegaciones (Azcapotzalco, Cuauhtémoc, Tlalpan, Xochimilco y Tláhuac) y la mayoría en la Asamblea Legislativa, donde tiene 20 diputados, contra 17 del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Miguel Ángel Mancera, jefe de Gobierno saliente, si bien redujo el desempleo y la pobreza extrema, enfrenta bajos niveles de aprobación debido a las fotomultas, al reforzamiento del programa Hoy no Circula. Aunado a que elevó la deuda de la entidad, que pasó de 58 mil 773 millones de pesos en 2012 a 74 mil 454 millones en 2017.
Tabasco es la otra entidad del Sol Azteca que renovará gobernador el próximo año y que es de pronóstico reservado. La principal complejidad radica en que los indicadores económicos, sociales y de seguridad empeoraron durante la gestión de Arturo Núñez, el expriista que llegó a la gubernatura gracias al apoyo de Andrés Manuel López Obrador, precandidato a la Presidencia de la República.
En materia de criminalidad, los homicidios se dispararon de 9.9 casos mensuales en 2012 a 31.5 asesinatos al mes en la actualidad. Los robos pasaron de mil 333 mensuales hace seis años a dos mil 164 hoy en día; y las extorsiones crecieron de 12 denuncias mensuales al inicio de su gestión a 22 en la más reciente medición.
López Obrador, oriundo de Tabasco, ha invertido tiempo y capital político para llevarse la victoria en un estado que económicamente está alicaído. La contribución de la entidad al PIB nacional se contrajo de 3.7 a 2.3%, y el desempleo creció de 6% en 2012 a 6.9% el año pasado.
La tercera demarcación perredista que va a las urnas es Morelos, gobernada por Graco Ramírez. El mandatario ha dado buenos resultados en combate al crimen, pues los homicidios, robos, secuestros y extorsiones han bajado en los últimos cinco años, de acuerdo a las cifras oficiales. De igual forma, la contribución al PIB nacional se elevó, la pobreza extrema se redujo, la deuda bajó a casi la mitad y el desempleo se contrajo de 3.1 a 2.6 por ciento.
La complicación morelense radica en que la alianza PAN-PRD-Movimiento Ciudadano no cuajó en la entidad, por lo que los perredistas competirán en alianza con el Partido Social Demócrata (PSD), mientras que PAN y MC postularán a su propio candidato. El principal escollo fue la postulación de Rodrigo Gayosso Cepeda, hijo adoptivo de Graco Ramírez, a la cual se opuso el Acción Nacional, partido que ha gobernado el estado en dos sexenios recientes (Sergio Estrada Cajigal, de 2000 a 2006, y Marco Adame, de 2006-2012).
Una candidatura común hacía a la alianza PAN-PRD prácticamente invencible. Sin embargo, con candidatos separados, las elecciones se tornarán cerradas y resulta arriesgado apostar por los perredistas. En este contexto, crecen las posibilidades del PRI. En los comicios de 2012, Graco Ramírez obtuvo 43.3% de los votos, contra un nada despreciable 34.6% del priista José Armando Orihuela.
Jalisco y Veracruz se calientan

El Partido Revolucionario Institucional (PRI) ostenta dos de las nueve gubernaturas que este año están en disputa: Yucatán y Jalisco. Su principal reto está en conservar la segunda, pues el avance de Movimiento Ciudadano en la entidad hace posible el triunfo de Enrique Alfaro.
En los comicios de 2012, Alfaro —convertido en un polo real de poder al interior del partido que dirige Dante Delgado— dio un susto al priista Aristóteles Sandoval, pues el triunfo priista fue por una diferencia de apenas cuatro puntos porcentuales.
De entonces a la fecha, Movimiento Ciudadano se ha convertido en todo un fenómeno electoral, ya que en 2015 ganó 24 de las 125 alcaldías del estado, entre ellas Guadalajara y su zona metropolitana.
Alfaro ganó la presidencia municipal de Guadalajara con un aplastante 50.8% de los votos y en Zapopan, Jesús Pablo Lemus triunfó con 41% de los sufragios. El partido naranja se llevó además Tlaquepaque, Tlajomulco y Puerto Vallarta, que están entre los municipios más poblados y con mayor prosperidad económica de la entidad.
Ese mismo año, MC ganó 15 de las 39 diputaciones locales, con lo que se convirtió en primera fuerza, junto con el PRI, del Congreso de Jalisco.
Las nueve entidades que renuevan gubernatura este año tienen 31 millones 145 mil 689 de posibles votantes, equivalentes al 37% de la lista nominal nacional.
Tal es la fuerza que ha obtenido Movimiento Ciudadano en la entidad, que Enrique Alfaro rechazó ser candidato de Por México al Frente (alianza que a nivel nacional pactaron PAN, PRD y MC), por lo que en los comicios de julio jugará solo, lo que hace pronosticar una competencia entre dos: Alfaro y Miguel Castro Reynoso, la carta joven del PRI para contener la ola naranja.
En la cancha del PAN, los estados donde se espera un triunfo sin sobresaltos son Guanajuato, gobernado desde los años 90 por Acción Nacional, y Puebla, donde los candidatos de Rafael Moreno Valle parecen invencibles.
La única complicación está en Veracruz, donde el actual gobernador, el panista Miguel Ángel Yunes, ganó las elecciones en 2016 con una ventaja de apenas tres puntos porcentuales sobre el priista Héctor Yunes y de siete puntos sobre el morenista Cuitláhuac García.
Es decir, los tres partidos son competitivos. El PAN tiene la ventaja de que va en alianza con el PRD y Movimiento Ciudadano; el PRI tiene el lastre de Javier Duarte y la reciente derrota en los comicios de 2017, cuando perdió medio centenar de alcaldías, y Morena tiene a su favor el activismo de López Obrador y que ya gobierna importantes ciudades de la entidad, entre ellas Xalapa y Coatzacoalcos.
Las nueve plazas en juego

De los mandatarios que están por dejar el cargo, dos entregarán las peores cuentas en materia de seguridad, pues los cuatro delitos de alto impacto (homicidios, robos, secuestros y extorsiones) han crecido: Miguel Ángel Yunes, de Veracruz, y Arturo Núñez, de Tabasco. En cuanto al desempeño económico, los gobernadores que más lograron incrementar el PIB estatal son Miguel Márquez, de Guanajuato, y Aristóteles Sandoval, de Jalisco. Aquí las radiografías de los nueve estados que este año van a las urnas.