Nos platican que los focos rojos se encendieron en Veracruz ante los indicios de posible violencia antes, durante y después de las elecciones del próximo domingo, cuando se renovarán las 212 alcaldías. En los órganos de inteligencia de diversas áreas del gobierno federal, nos dicen, hay preocupación por la confrontación política que se vive en la base social, sobre todo en zonas rurales e indígenas. Al parecer, los dimes y diretes que en los últimos meses protagonizaron el gobernador panista, Miguel Ángel Yunes Linares, y el líder nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador, permearon entre sus simpatizantes, así como entre los militantes de otros partidos, aunado al descontento ciudadano que generó el caso de la diputada local Eva Cadena. La falta de cordura política de ambos personajes, nos cuentan, ha puesto en riesgo la tranquilidad en diversas regiones del estado. El horno no está para bollos y los políticos deben ser responsables. (EL UNIVERSAL – KIOSKO – 02.06.2017)
