Enfermos veracruzanos de cáncer, entre la incapacidad y la indolencia de Salud

Esta semana salieron a protestar, con justa razón, madres y padres de pequeños con cáncer en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río por la falta de tratamientos. No es, desafortunadamente, la primera vez en que se dan este tipo de manifestaciones. A inicios del presente año, pacientes del Centro Estatal de Cancerología (CECAN) en Xalapa, se manifestaron en la Plaza Lerdo para exigir sus tratamientos de quimioterapias.

Si bien el secretario de Salud, Roberto Ramos Alor tiene el mejor y más grande centro de radiología en su natal Coatzacoalcos –acreditado desde hace muchos años-, hoy es el personaje más cuestionado del gabinete de Cuitláhuac García Jiménez por su ineficiencia en estos primeros 11 meses de gobierno.

No solo ha sido la falta de quimioterapias, sino también el desabasto de medicamentos en los centros de salud, la carencia de retrovirales y la falta de preservativos. Pero la mayor crisis que ha enfrentado, sin suerte, ha sido la del dengue, con casi una tercera parte del total de los casos nacionales en territorio veracruzano y que ha cobrado varias vidas. Dar talleres de cómo elaborar repelentes naturales en pleno octubre, no es como muy preventivo ni estratégico.

Esos problemas mayúsculos los ha condimentado con sus declaraciones desafortunadas, como cuando les soltó a los reporteros que ningún chile les embonaba. Y, que el secretario de Gobierno, Eric Cisneros, pida paciencia a los padres desesperados, no solo no es empático, sino inhumano, pues para las familias afectadas las horas y días significan el debate entre la vida y la muerte de los suyos.

Por eso, ya muchos prevén la salida de Ramos Alor de la Secretaría de Salud y Asistencia, aunque de todos es sabido que, en su pasado perredista, salió muy pronto de la dirección del hospital regional Valentín Gómez Farías en Coatzacoalcos, no por diferencias políticas como él alegó en su momento, sino por los pleitos que tuvo con el sindicato y el personal del nosocomio, así como por las críticas de nepotismo que, desde entonces, ya le rondaban.

Dice el dicho que es malo escupir para arriba y las palabras de Alor son un claro ejemplo: hace casi tres años criticó la crisis de salud que prevalecía. Increíblemente hoy, con él al frente, estamos mucho peor. ¡Pobre Veracruz!

@YamiriRodriguez