ESCARMENTAR EN CABEZA AJENA

Dice el dicho que “nadie escarmienta en cabeza ajena “ y eso podría pasarle a morena si no detiene a tiempo las ansias de poder y en algunos casos de venganza política, que algunos y algunas integrantes muestran con descaro y sin mucha capacidad que digamos.
El año electoral 2016 es ejemplo de lo que puede pasar cuando la división se hace profunda. En el PRI se despedazaron al interior los grupos de Fidel, de Javier, de Pepe, de Héctor y los de la vieja guardia.
El resultado fue que no operaron para su partido, los operadores no se movieron y tampoco distribuyeron los recursos para la movilización. Pero también muchos operaron para morena, por venganza o por instrucción y se desfondaron hasta el tercer lugar, mordieron la lona y les va a costar mucho volver.
En el PAN se definieron en Yunistas y panistas de a deveras. Estos últimos, inconformes con el hijo candidato, tampoco movieron un dedo en la operación de la elección y dejaron pasar a morena que los dejó viendo visiones.
En ambos partidos hoy, no les queda nada. Un puñado de alcaldes y alcaldesas y algunos legisladores, pero del pastel nada, ni las migajas.
Por eso, morena tiene que resolver en cuanto les sea posible, la elección de dirigente estatal. Deben cerrarle el paso a quienes con sed de venganza política, quieren arrebatar la dirigencia para partir al actual gobierno, por quitarles sus parcelas de poder, que no supieron conservar, traicionando a su movimiento, en esa ansia de poder irrefrenable que los embarga.
Sus amigos incondicionales aún en cargos relevantes deben pensar bien las consecuencias de esta guerra que libran sin mayores posibilidades de ganar. Quieren embarrar, romper, confundir.
Habrá quien crea que no vale la pena ocuparse de ellos, sin embargo, generan percepción en medios y esa penetra a sus militantes. Cuidado con borregos mediáticos como el del fin de semana, el de Gonzalo Vicencio, que si bien no tiene sustento, si puede confundir y abrir frentes innecesarios.
Deben verse en el espejo de los de enfrente, frenar ya las ansias desmedidas y poner orden, llamar y concretar la unidad para disputar con posibilidades el año electoral 2021, en el que les va en juego su proyecto transformador de nación. Ni más ni menos.