Como en otras ciudades en desarrollo, Xalapa no es la excepción de una desproporcionada invasión de áreas verdes y la proliferación de construcciones que presuntamente no cuentan con la supervisión y permisos legales (sólo hay que verlas).
Decimos presuntamente porque los desarrolladores, la mayoría improvisados en el sector de la construcción, han tomado a la capital del estado como tierra de nadie, sin que nadie los moleste y mucho menos sean requeridos cuando se presentan quejas de vecinos que ven cómo de manera indiscriminada invaden metros que no les pertenecen y elevan cualquier cantidad de pisos en zonas autorizadas sólo para casa-habitación.
Después de las terribles pérdidas humanas, las más sentidas que han dejado los sismos de septiembre, hay que voltear a ver todas esas construcciones que resultaron con pérdida total, sólo para esperar su demolición y que habrían sido levantadas en los últimos cinco años.
El estado de Veracruz no escapó a la devastación de los sismos, se sabe de varios, por no decir cientos de planteles escolares que resultaron con daños en su construcción y que por lógica ponen en riesgo a los alumnos en caso de que continúen los movimientos telúricos.
En Xalapa, la capital del estado, por su tendencia sismológica, se deberían exigir dictámenes de seguridad estructural de las construcciones en los últimos 12 años.
A partir de los recientes hechos que han cimbrado a México, literalmente en todas sus estructuras, es obligación de las autoridades de todos los niveles ser más rigurosos en los permisos de construcción y supervisión de espacios tan delicados, como las escuelas.
Por cierto, la Secretaría de Educación Pública Federal (SEP) ya dio a conocer que se requerirán más de 13 mil millones de pesos para rescatar las escuelas en el país dañadas por los sismos.
En Xalapa hay zonas perfectamente identificadas con la construcción indiscriminada de fraccionamientos y plazas comerciales; ojalá y no sigan sucediendo hechos que pongan en evidencia malas construcciones que cobren la vida de inocentes por la irresponsabilidad institucional.
ÁGORA
¿Cuántos colaboradores de Enrique Peña Nieto saldrán damnificados de los terremotos de septiembre? Por lo pronto, ya se sabe cuáles han sido protagónicos ante la desgracia, los que aprovecharon para apuntalarse con trabajo eficaz y los que surgirán de las cenizas de la probabilidad como José Calzada Rovirosa.
ÁGORA II
Y en Veracruz sigue siendo la prioridad el tema electoral de cara al 2018; cuenta más atrapar a los que lucran para ganar votos que los cientos de delincuentes que mantienen asolada a la entidad; la gente vive con miedo, las inversiones se van y la economía está sumida como nunca, ya ni hablamos del desempleo.
Por lo pronto, la terrible “calma chicha” en materia de desarrollo impacta en todos los sectores, los de todos los tamaños, nadie se salva de la quiebra que aqueja a Veracruz y a los veracruzanos.
@monicamarena
