FAFE a la Renata y Renato al PRI

Ya todos sabemos que ante la excesiva presión de ciertos grupos y hasta de la mano negra de la diplomacia, Felipe Amadeo Flores Espinosa (FAFE) presentó su renuncia como presidente del Comité Directivo Estatal del PRI al que dejó a merced de esos grupos que según sus propias palabras, pretenden seguir “saqueando” a este instituto político.

Y aunque FAFE advirtió que seguirá haciendo política y que no lo den por muerto, es innegable que al menos por un rato se va a la RENATA (Reserva Nacional de Talentos), es decir, le toca estar en la banca por algún tiempo.

Muerto el rey, ¡viva el rey! Y mientras tanto, ya son seis, o siete u ocho los priistas que se apuntan para dirigir al PRI, pero de plano hay unos que no tienen ni vergüenza, la mayoría de ellos tienen mucha cola que les pisen y otros de plano ya deberían haber sido expulsados por sus malos antecedentes como Jorge Carvallo Delfín, Silvio Lagos Galindo o Erick Lagos Hernández.

Y ojalá que al leer esto no pongan su cara de hipócritas y pregunten ¿yo por qué? Ellos saben perfectamente todo lo que han hecho y lo que dejaron de hacer y hacia fuera del PRI la gente no olvida que tanto Erick Lagos como Jorge Carvallo hicieron del PRI un mercado de candidaturas y las vendieron al mejor postor.

No crea usted amable lector que están interesados en tener el control del PRI directa o indirectamente porque en realidad les importa su partido, noo, lo que les importa son las jugosas prerrogativas mensuales que podrían manejar a su entero antojo y lo que se podrían meter a la bolsa con el tema de las candidaturas.

¿Eso es lo que necesita el PRI? ¿O necesita que lo siga controlando Héctor Yunes Landa a través de Jorge Moreno Salinas o de Erika Ayala Ríos? ¿No ha tenido suficiente el senador con haber sido candidato a gobernador y perder de manera vergonzosa? Echarle la culpa al desprestigio generado por el corrupto Javier Duarte de Ochoa, no le resta sus méritos propios, pues él sabía perfectamente a lo que se iba a enfrentar y aún así se empeñó en ser candidato.

¿Flavino Ríos presidente del PRI? Por favor, mejor que se pongan una pistola en la cabeza los príistas y que jalen del gatillo. Solo a un estúpido, drogado o borracho se le puede ocurrir proponer a un tipo que también fue cuestionado por su ¿complicidad? con Javier Duarte en el saqueo del estado. Finalmente Flavino era el segundo al mando y sabía perfectamente lo que ocurría en Veracruz con las finanzas, la política y la seguridad, pero se quedó callado y él como abogado debe saber que el encubrimiento también es delito. ¿Quieren los priistas a un tipo desprestigiado y un posible delincuente como presidente?

¿Quién levanta la mano para elegir a un cacique como Marco Antonio del Ángel Arroyo, heredero al trono de los 400 pueblos? ¿o a un caudillo como Edgar Díaz Fuentes, al que prácticamente por la fuerza lo despojaron de la CNC organismo ancla del sector campesino priista y que fue un gris diputado local?

Juan Antonio Nemi Dib, ha sido muy sensato y para no meterse en embrollos se descartó públicamente. Experimentado, sagaz, conocedor, inteligente, sabe que no son los mejores tiempos. Por ahora no vale la pena arriesgar el capital político que tiene y ha dado un paso atrás. Por lo que respecta a Carlos Aceves Amezcua, su principal mérito para dirigir al PRI es ser sobrino del jerarca nacional de la CTM, el senador Carlos Aceves del Olmo, es decir, sería una nueva imposición y de eso, es de lo que los priistas, de todos los grupos, ya están cansados.

Para revitalizar al PRI es necesario un líder fuerte, pero además carismático, que lleve al partido en la dirección correcta y haga frente a esa nueva realidad que se vive en Veracruz y en México donde el tricolor está muy vapuleado, porque Javier Duarte de Ochoa, Enrique Peña Nieto y otros de sus militates se olvidaron de marchar con la sociedad, de atender sus demandas, incurrieron en el error de la soberbia y la prepotencia y fueron rebasados.

El PRI es un partido con una amplia base social y con una militancia extraordinaria, pero ni Alberto Silva Ramos ni Felipe Amadeo Flores Espinosa fueron capaces de responder a su reclamo de mayor participación, los últimos dirigentes tomaban decisiones cupulares que beneficiaban a unos cuantos y lastimaban a la mayoría, ya no más priistas de primera, de segunda, ni de tercera o de cuarta, todos son militantes a secas.

Así las cosas, mientras Amadeo Flores se va a la Renata, el actual delegado estatal del ISSSTE, Renato Alarcón Guevara parece ser un buen prospecto para dirigir al partido, se trata de un hombre probo, honorable, sencillo, carismático, educado, preparado, inteligente y de militancia comprobada.

Renato Alarcón ya dijo abiertamente que sí aspira. En entrevista comentó: “Si en esta coyuntura, políticamente mi trayectoria sirve para el partido y mi ciudad lo voy a hacer, lamento la imagen y la circunstancia adversa que vive mi partido ante miles de ciudadanos, no todos los priistas somos corruptos, no debemos satanizar al partido, en todas las opciones políticas hay gente decente, tenemos que dar la posibilidad de que se postulen buenos y decentes candidatos”. O sea, no se raja y está dispuesto a dejar una posición federal bien remunerada, por ponerse su camiseta tricolor y sudarla en la próximas elecciones.

Renato me dijo en confianza que prefiere morir de pie que vivir de rodillas y si sus compañeros de partido le brindan la confianza, será un férreo opositor.

Para los priistas veracruzanos solo hay tres opciones. Una, permiten que las mafias sigan teniendo el control del partido; dos, impulsan a un líder carismático y legitiman su elección con transparencia y fomentando la participación de las bases, porque ellas y solo ellas pueden darle fuerza y legitimidad al nuevo liderazgo o, la tercera opción, es que sigan haciéndose pedazos entre ellos y en la próxima elección vuelvan a caer de rodillas frente al PAN-PRD y Morena.

Ganar la próxima elección implica identificar qué quieren y qué no quieren los priistas y menos la sociedad. Conste.

rvalerdeg@gmail.com
veraveintedoce@gmail.com
ROBERTO VALERDE GARCIA
PERIODISTA