Fin de la familia revolucionaria y comienzo de la 4ª. Transformación

Uno de los maestros de la ciencia política y la historia de México, don Daniel Cosío Villegas, escribió a propósito de las posibilidades de un cambio en la política de nuestro país, que para que éste se diera, era necesario eliminar el acceso a mejores niveles de vida, de los miembros del partido oficial (obreros, campesinos y sector popular) favoreciendo a los dueños del capital, de la industria, del comercio y los bancos, a los acaparadores de la tierra que produce la agricultura comercial y la ganadería de exportación y para el consumo de los adinerados y familias acomodadas de nuestro país.

Es por ello que la sucesión de acontecimientos que limitaron el poder presidencial “casi ilimitado” del señor de los Pinos, en las ultimas cuatro décadas, nos permitieron ver cómo caía el otrora inmenso poder presidencial, sostenido por un “partido oficial” que llegó a constituir una oficina más del Presidente de la República, hasta donde se extendió el mando del primer priísta de la nación. Llegó a ser tan grande el poder del presidente, que la burocracia incrustada en la nómina afirmaba que para “caer una hoja de un árbol, se requería permiso del inquilino de Palacio Nacional.

De algo o de mucho ha servido para limitar el poder político del presidente, la CONAGO que desde el inicio del gobierno del presidente Vicente Fox Quesada, se formó y en la que participan gobernadores de todas las expresiones partidistas, con la posibilidad de formar coaliciones o frentes, que en la defensa de sus entidades federativas, presionan y limitan el poder presidencial antes absoluto.

Y volviendo a las reflexiones del Maestro Cosío Villegas, se reconoce que de los tres Poderes del estado mexicano, es el Ejecutivo el de mayor influencia y determinación en el gobierno, pues de lo contrario, para qué tendría que resistir las presiones de los otros poderes y de los factores reales de poder (el ejército y la marina, los sindicatos, las organizaciones religiosas, la prensa y las organizaciones y asociaciones civiles, y por supuesto la prensa y medios de comunicación electrónicos).

El conocimiento de lo anterior, nos conduce a reflexionar la pesada carga que se ha hachado a cuestas el Presidente Andrés Manuel López Obrador, en la guerra contra el huachicoleo y las mafias que han saqueado a PEMEX con el consiguiente daño patrimonial para la nación. Las filas para comprar la gasolina, ante el problema, resultan ser lo de menos.