Focos rojos forestales

+ Municipios contaminantes
+ Mando Supremo acobardado

El deliberado incendio en la Comunidad La Gloria del Cofre de Perote está obligado a convertirse en la punta de la madeja para que el gobierno en sus tres niveles atienda de una vez por todas el tema de la depredación forestal que lacera a Veracruz y que, a ese ritmo en menos de una década arrojará consecuencias directas fatales en la producción de agua en las montañas.
Los parques nacionales del Cofre de Perote y Pico de Orizaba son blancos de los depredadores humanos irresponsables que acuden de manera esporádica o bien de los propios comuneros que utilizan el fuego con el único propósito de cambio de uso de suelo para la ganadería o agricultura, pero el resultado es el mismo, un daño casi irreversible para todos, sin que las autoridades de la Comisión Nacional de Areas Naturales Protegidas cumplan su función de proteger los bosques. Ya no se diga de la tala clandestina que avanza al mismo ritmo que las llamas de los incendios.
En marzo del año pasado en Las Vigas un incendio acabó con más de 500 hectáreas de árboles y cientos de especies animales. En este año en enero otro siniestro dio cuenta de 50 hectáreas de bosques y en esta semana uno más en La Gloria, con la diferencia de que por primera vez el gobierno admite y detecta que fue provocado de manera deliberada y que tiene ubicados los delincuentes.
Las leyes federales y estatales contemplan sanciones punitivas para ese tipo de delitos que deben ser aplicadas con todo rigor para que sirvan de ejemplo para quienes se atrevan a atentar contra el medio ambiente, que es un bien común de la sociedad.
Hasta ahora ni la CONANP, ni la CONAFOR, tampoco la PROFEPA ni la dependencias estatales han actuado con el rigor que exige el problema de tala clandestina e incendios forestales.
La aportación de los bosques no es cosa menor, desde los ecosistemas que generan vida hasta el agua que producen y que es fuente de vida para las grandes urbes urbanas del estado de Veracruz.
La falta más grave de las autoridades, es sin duda la negligencia en la toma de decisiones ya que los niveles directivos de la CONANP, CONAFOR, PROFEPA y el propio gobierno estatal están facultados para solicitar la intervención de la fuerza pública en todos los niveles, pero sobretodo interponer denuncias formales que por miedo o tal vez complicidad no lo hacen.
Municipios contaminadores
Dentro de las facultades del Artículo 115 confiere a los municipios es su autonomía en los servicios locales, entre ellos el manejo de los residuos sólidos, es decir, la basura, pero en el caso del estado de Veracruz ese tema se ha convertido en un verdadero negocio para alcaldes con un impacto ambiental criminal, no se le puede llamar de otra manera.
Son los alcaldes los que violentan las leyes y las desacatan para producir dinero con la basura sin tomar en cuenta el daño al medio ambiente incluido el subsuelo con los lixiviados.
Un total de 101 municipios cuentan con tiraderos de basura a cielo abierto, en vez de los rellenos sanitarios que están obligados por la ley; sólo 15 cuentan con rellenos sanitarios que por cierto operan de manera irregular y sin control estricto y el resto, 86 localidades tiran la basura en otros municipios que les cobran por el servicio de depósito.
En ese panorama, los alcaldes veracruzanos infringen la ley y como primera autoridad ponen el mal ejemplo, pero tampoco sucede nada. La tolerancia de las autoridades regulatorias es muy amplia y de vez en vez se sabe de alguna clausura temporal de esos basureros que tienen que ver con incendios y otro tipo de intereses pero menos con el respeto a la normatividad.
No se observa pues, una solución al problema de la contaminación por desechos sólidos en los municipios veracruzanos.
Mando Supremo acobardado
Muy pocos leyeron el mensaje real del presidente de la COPARMEX Gustavo de Hoyos Whalter el pasado jueves en su gira por Veracruz. El empresario identificado plenamente con el sector de los conservadores, aseguró en su discurso que México tienen tres problemas fundamentales con la administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
El primero es la economía que no creció nada en el 2019 y se lo atribuyó a las malas decisiones del gobierno en sus políticas públicas que no han sido capaces de empujar el desarrollo y en cambio se privilegian los programas sociales que no son percusores de crecimiento.
El segundo, es el tema de la inseguridad, lo grave es que aquí, el dirigente empresarial acusó de cobarde al Mando Supremo que es nada más y nada menos que el Presidente de la República. Sí, dijo que las bandas delictivas someten a los mandos de seguridad incluido el Mando Supremo que de acuerdo a la Constitución sólo es uno y recae en el Presidente en turno. Sin decirlo por su nombre, de Hoyos Whalter se refirió al caso de la captura y liberación de Ovidio Guzmán, quien condicionó su detención y el gobierno cedió a dejarlo en libertad.
El tercer problema que según el líder empresarial padece México, es la división de los mexicanos en liberales y conservadores, una división que se promueve todos los días desde las conferencias matutinas del Presidente.